Después de tres meses en los que la variación del Índice de Precios del Consumidor (IPC) de Uruguay fue negativa, el registro de agosto mostró una leve suba de precios (0,2%). La inflación acumulada a 12 meses, sin embargo, presentó el valor más bajo desde septiembre de 2005: 4,11%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El índice volvió a estar dentro del rango que el Banco Central del Uruguay (BCU) fijó como meta (3%-6%).
Pese al leve aumento en los precios, la suba de la inflación en agosto fue “menor a la esperada”, dijo la economista Delfina Matos, de la consultora Exante, en el programa En Perspectiva, de Radiomundo. “Es innegable que venimos ya de varios meses con registros de inflación que son sistemáticamente menores a lo que los analistas en general estábamos estimando”, dijo la analista.
Esa firma proyectaba que el incremento sería de 0,4% mientras la mediana en la encuesta de expectativas del Banco Central estaba en 0,5%. Sí se esperaba que el registro anual continuara bajando, porque la cifra de agosto de 2022 había sido relativamente alta (y quedaría excluido del acumulado a 12 meses).
Hay dos factores que son la principal explicación del bajo registro de la inflación. Por un lado, hubo una fuerte caída en el precio de las frutas y las verduras, que habían aumentado a principio de año y están revirtiendo esas subas desde mayo. “Todavía están por arriba de los niveles de un año atrás, pero ya en niveles bastante más ‘normales’”, sostuvo Matos.
La inflación transable (aquella que tiene en cuenta los productos con mercado internacional) también tuvo un descenso importante durante el año, un comportamiento que se explica por la desvalorización del dólar. La divisa estadounidense cotiza en Uruguay en torno a 38 pesos uruguayos. En el último mes, el tipo de cambio aumentó 0,44% respecto a julio.
“En estos casos, se está recogiendo la baja de los precios de los commodities a nivel internacional, que han bajado mucho el último año desde los picos de mediados de 2022. Eso está ayudando a una baja importante de los precios de los alimentos, que además se refuerza por la caída del dólar a nivel local”, señaló la economista en su análisis.
En los rubros no transables (relacionados al comercio interno) la inflación ha mostrado “una moderación”, aunque “menos marcada”. En los últimos doce meses se ubicó en 6,4%, lo que significa que todavía está por encima del rango meta, aunque también en el menor nivel desde fines de 2005.
La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, está en niveles “muy bajos” en su perspectiva histórica. En la medición de Exante, se ubicó en 3,7% en los últimos doce meses.
Proyecciones
Las consultoras están actualizando los modelos en función de los últimos datos conocidos. A partir de las nuevas proyecciones, Exante considera probable que en septiembre haya un nuevo descenso de la inflación, que incluso podría estar por debajo del 4%. Septiembre de 2022 había sido también un mes de inflación alta, lo que favorece a esta baja anual.
Para los últimos meses del año, la consultora proyecta una suba “moderada” de la inflación, que cerraría el año en en el eje del 5%-5,5%, una cifra mayor a los valores actuales, pero todavía dentro del objetivo marcado por las autoridades monetarias.
Sin embargo, para el próximo año existe el “riesgo” de que la inflación vuelva a salirse del rango meta del Banco Central. “No parece probable que se repitan registros mensuales de inflación tan atípicos como los que hemos visto en junio y julio de este año (cuando el IPC tuvo caídas mensuales más o menos relevantes”, dijo Matos en la entrevista radial.