La cifra contrasta las estimaciones privadas que habían proyectado un alza de entre 3% y 3,5%. Marcó el menor índice en los últimos seis meses. En la Patagonia la suba de precios al consumidor fue del 2,5% en el mes de enero, y la inflación interanual del 53,3%.
Finalmente la inflación de enero se ubicó muy por debajo de las estimaciones privadas y reportó el menor índice desde julio del 2019, cuando había alcanzado el 2,2%.
En esta oportunidad, se ubicó en el 2,3%, casi un punto porcentual por debajo de lo que preveían las consultoras económicas. El sorprendente dato del Indec había sido anticipado por LPO, que en diálogo con altas fuentes oficiales, reveló que los números del gobierno diferían notablemente de lo que esperaba el mercado.
De esta manera, el gobierno se encamina a cumplir con el objetivo que se planteó Matías Kulfas durante la campaña electoral, donde afirmó que «rápidamente» el Índice de Precios al Consumidor (IPC) debería descender al «2% o 1 y pico mensual».
Ahora, para no repetir el error del macrismo que permanentemente incumplió las metas anunciadas, desde la Rosada se pautaron un horizonte más accesible del 10% para el primer trimestre del año.
El sustantivo descenso de enero se debe en gran medida al congelamiento de tarifas y combustibles. Así se refleja al ver que los precios regulados solamente subieron un 1,1%, mientras que los estacionales lo hicieron un 3,6% y la inflación núcleo un 2,4%.
De los doce rubros relevados, los aumentos más destacados se observan en recreación y cultura (5%), alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7%), bebidas alcohólicas y tabaco (4,3%) y restaurantes y hoteles (4,2%).
Por el contrario, la salud y el equipamiento y mantenimiento del hogar marcaron una deflación del 2% y 1,3%, respectivamente. Es decir, que sus precios descendieron en relación al mes anterior.