La inflación de 2023 fue la más alta desde 1990. El año cerró con un incremento en el índice de precios de entre 210 y 220%. Diciembre, con el cambio de gobierno y el salto devaluatorio de por medio, le dio a el golpe de gracia a este registro, con un salto que ronda el 29%, según las estimaciones de las consultoras, indica Clarín.
El 11 de enero el INDEC difundirá el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre. Con el registro anual arriba del 200%, Argentina entra en un ciclo de inflación anual de tres dígitos que el país no pisaba desde la hiperinflación de 1990. Para este año, los economistas anticipan que también habrá una inflación alta, que incluso podría ser superior a la de 2023. Los datos preliminares marcan que el trimestre que va de diciembre a febrero tendría un piso del 100%.
Eco Go, la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto, ubica la inflación del mes pasado en 29,4%, con un salto anual de 222,8%. La clave de la suba de diciembre estuvo en el aumento de los alimentos de 35,3%. En la medición de esta consultora, la suba de este rubro fue escalando a lo largo del mes: arrancó en 8,2%, siguió en 10,4% y tuvo un pico de 11,3% en la tercera semana del mes. En la última, los previos habrán empezado a retraerse, con un salto de 5%.
La devaluación que llevó al dólar oficial de $ 365 a $ 800 a mediados de diciembre gatilló subas de precios que venían atrasadas y sobre esto pegó también la salida del freezer de productos que venían congelados o con subas mensuales acotadas, como los combustibles.
Con 258,9%, los alimentos son el rubro que más se ha incrementado en el año en el relevamiento de Eco Go. En el otro extremo, el que menos subió fue Transporte y Comunicaciones, con 165,7%. Dentro de los alimentos, lo que más subió fue la carne, con un avance de 395,5% en 2023.
Dentro del cuadro negativo, el alivio es que los precios empezaron a frenarse en la última semana del mes. El Relevamiento de Alimentos y Bebidas de la consultora LCG se incrementó en 7,1% en ese período, desacelerando 4,4 puntos porcentuales respecto a la semana previa.
“Sin embargo, la inflación promedio mensual continuó acelerándose, alcanzando el 27,1%. El acumulado de las últimas 4 semanas trepó a 36,1% dejando un arrastre importante para las semanas próximas”, consignan.
Con esta inercia LCG proyecta la inflación para diciembre en 28%, consistente con una suba del 218% anual.
El salto inflacionario de diciembre fue tan brutal que toda la canasta de precios relevada por LCG sufrió casi dos aumentos al mes.
Otra medición consistente con estos datos es el IPC de Libertad y Progreso, que muestra una suba del 29% para el mes y del 219% para el año, la más alta desde 1990.
Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, apunto que “la suba del IPC de diciembre está explicada por la liberación de precios que venían artificialmente atrasados. Algo que había servido para mostrar un IPC más bajo en meses anteriores, pero que era insostenible. Ahora vemos que los precios regulados están recuperando el terreno perdido y subiendo más que el resto».
Y agregó “dada la velocidad de normalización de los precios, es probable que el IPC de enero sea más bajo que el de diciembre, y lo mismo el de febrero. Incluso, en la última semana hemos visto precios que se han ajustado a la baja, como la carne, pues habían subido más de lo que era su nivel de equilibrio. Al mismo tiempo, la liberación de barreras discrecionales a las importaciones ayudará a aumentar la oferta de productos en el mercado interno y moderar la suba de precios de los transables”.
Pese a la desaceleración de las últimas semanas, las subas de precios de diciembre dejan una inercia importante para enero. Esto se verá potenciado por otros incrementos que ya fueron anunciados, como el salto en el 45% de la tarifa de colectivos en el AMBA, aumento de peajes y subte y el incremento en torno al 40% por parte de las prepagas.
Por eso las proyecciones preliminares de las consultoras anticipan para el primer mes del 2024 una inflación similar a la de diciembre.