La imagen fue tomada hace 13 años en el Cementerio Nacional de Arlington, en la fecha en la que Estados Unidos celebra el Día de los Caídos.
Mary McHugh está sobre la tumba de quien iba a ser su esposo, en el Cementerio Nacional de Arlington. Es un 25 de mayo del 2007 y Mary llora desconsolada recordando a su prometido, el sargento James J. Regan. La foto que fue tomada hacer 13 años -describe Infobae– se volvió viral en redes sociales en el día que en Estados Unidos se conmemora a los soldados caídos en combate.
“Ella se sentó frente a la tumba … le hablaba a la lápida. Hablaba con frases entrecortadas entre sollozos, gesticulando con las manos, a veces haciendo una pausa como si estuviera tratando de explicar algo», dijo John Moore, reportero gráfico, quien tomó la fotografía.
“Algunas personas sienten que la foto que tomé en ese momento era demasiado íntima, demasiado personal. Como muchos que han visto la foto, me sentí abrumado por su dolor y conmovido por el amor que sentía por su enamorado caído”, agregó el fotógrafo.
El 9 de febrero de 2007, Regan murió cuando su vehículo fue impactado por una bomba en una carretera en Irak, dijo el Pentágono en un comunicado. El joven realizaba su segunda misión en en el país árabe. El soldado le había prometido a su novia que en el 2008, en su regreso a casa, se casarían.
Regan nació el 27 de junio de 1980 en Manhasset, Nueva York. Era un joven virtuoso: gran deportista y estudioso, consiguió una beca la prestigiosa Universidad de Duke, en Carolina del Norte, en donde se graduó como economista. Cuando le habían ofrecido otra beca para estudiar derecho, prefirió servir a su país e ingresó al ejército.
Regan, que murió a los 26 años, llegó a ser sargento y fue parte del tercer Batallón de 75 Regimiento Ranger. Estuvo dos años en Afganistán y otros dos en Irak. Gracias a sus servicios se ganó una estrella de bronce y un Corazón Púrpura.
“Él me dijo: ‘si no lo hago, ¿quién lo hará?’”, dijo su prometida Mary, quien para esa época era una estudiante de medicina de la Universidad de Emory. “Lo reconoció como una opción y no podía no hacerlo”, agregó.
Regan debía terminar su servicio en febrero de 2008. El plan del soldado y su novia era casarse en marzo de ese año. Luego se irían a vivir a Chicago, donde armarían una familia y donde él tenía planes de trabajar como maestro universitario.
“Jimmy tuvo la oportunidad de ir a la escuela de leyes, trabajar en empresas financieras en Nueva York, pero eligió servir a su país y proteger la libertad que apreciamos en los Estados Unidos”, dijo uno de sus amigos el día de su entierro.