Un justiciero estadounidense que cazaba y atacaba a abusadores sexuales de menores lleva más de dos décadas preso y su caso resuena en Estados Unidos, donde muchos piden por su libertad. Jason Vukovich, quien se definió como un “ángel vengador” por los niños violados, fue sentenciado a 25 años de prisión por intento de asalto y robo, indica TN.
A los 42 años, su historia está marcada por abusos que sufrió en la infancia en Anchorage, Alaska, tanto físicos como sexuales. Cuando lo condenaron por los ataques cometidos en junio de 2016, su hermano mayor contó el trauma infantil que habían sufrido.
“Nunca voy a mejorar, nunca”, dijo Joel Fulton, su medio hermano. Explicó que no tiene buena relación con Vukovich y que había hablado con él como máximo dos veces durante los últimos 20 años. Aún así, afirmó que quería ayudarlo y le pidió al sistema judicial que tuviera “piedad”.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad, Vukovich había acordado previamente declararse culpable de intento de asalto y robo. A su vez, los fiscales acordaron desestimar más de una docena de otros cargos en su contra derivados de los ataques.
Pero el fiscal, Patrick McKay, argumentó que no había excusa para que Vukovich apuntara y atacara a tres extraños, golpeando a un hombre con tanta fuerza con un martillo que se fracturó el cráneo y lo dejó inconsciente.
“Tenemos suerte de no estar lidiando con un cargo de asesinato”, le dijo al juez el fiscal adjunto Patrick McKay. “La gente no puede tomarse la ley en sus propias manos solo porque no les agrada un grupo de personas en particular o una persona en particular”.
“No aceptamos a los vigilantes en Estados Unidos”, le dijo a Vukovich. “No es algo que aceptemos en esta comunidad y es simplemente algo que no será tolerado”, agregó.
Los hombres que Vukovich señaló y atacó estaban cumpliendo con la ley, dijo Marston: pasaron por el sistema judicial, recibieron sus sentencias y pusieron sus nombres en el registro público de delincuentes sexuales de Alaska, donde Vukovich encontró sus direcciones.
“No era el propósito del registro permitir que las personas hicieran su propia justicia”, dijo Marston a Vukovich. “El propósito del registro era mantener a la comunidad segura”.
Antes de su última sentencia, en 2016, Vukovich llevaba años entrando y saliendo de la cárcel por distintos delitos. Según sus abogados penalistas, cuando fue puesto en libertad ese año obtuvo una lista de nueve nombres de pedófilos de “conocidos” y los anotó en un cuaderno.
En el espacio de una semana en junio de 2016, el hombre de 42 años ingresó a las casas de tres de los hombres. Golpeó a dos de ellos con los puños y a otro hombre con un martillo.
Los brutales ataques dejaron a una víctima con una lesión cerebral permanente. Esa víctima tiene dificultad para construir oraciones. También perdió su trabajo y no pudo pagar el alquiler tras el asalto.
Dirigiéndose al Tribunal, el demandante dijo: “Mi vida ha cambiado para siempre”.
Vukovich también les robó a los tres hombres que atacó.
En declaraciones al juez Marston, el vigilante se disculpó por sus acciones y dijo: “Ahora me doy cuenta de que no tenía por qué agredir a estas personas o tomar la ley en mis propias manos… Debería haber buscado asesoramiento sobre salud mental antes de explotar”.
Abuso sexual en la niñez
Cuando era niño, Vukovic y sus hermanos fueron abusados física y sexualmente por su padre adoptivo, Larry Lee Fulton.
Al detallar el abuso de su padre, el autoproclamado justiciero dijo: “Era una persona bastante terrible en general… Le gustaba dar palizas con varios implementos (cinturones, eventualmente uno de dos por cuatro que había hecho a medida)” y le gustaba interrumpir la noche viniendo a agredirme sexualmente“.
Larry Lee Fulton fue declarado culpable de abusar de un menor en 1989 y recibió una sentencia suspendida de tres años.
El hermano mayor de Vukovich, Joel Fulton, se escapó de su casa para escapar del abuso. Vukovich finalmente hizo lo mismo.
Joel fue a la universidad y pudo completar un doctorado. Actualmente es el director de seguridad de la información en una empresa de software de análisis de datos en California y pudo formar una familia con la que aún vive.
Por el contrario, la vida de Vukovich entró en una espiral descendente. A lo largo de su vida acumuló ocho condenas previas. También luchó contra la adicción a las drogas y consumía metanfetamina con regularidad.
Angelina, la hermana de Jason,es quien impulsa desde hace tiempo una campaña para lograr la libertad del hombre condenado a 25 años. Con mucho apoyo en las redes logró sumar más de 10 mil firmas y unos 15 mil dólares en donaciones de los usuarios que exigen que se cancele su sentencia y le permitan ser libre ya que es una víctima, que sufrió abusos en su infancia.
Pero si bien el juez Marston expresó su compasión por las experiencias de la infancia del vengador, dijo que, en última instancia, Vukovich ha demostrado que es peligroso y está “dispuesto a lastimar a la gente”.