Rebeca asumió esa responsabilidad tras la muerte de su vecina y amiga de muchos años. Hoy reclama ayuda de ANSES para que los chicos, de 9 y 17 años, reciban la asistencia que les corresponde.
Hace 9 meses Rebeca Richards perdió a una íntima amiga y vecina que vivía junto a su casa. La mujer padecía diabetes y estaba postrada en la cama debido al estado avanzado de su enfermedad. Vivía junto a sus dos hijos, quienes la cuidaron hasta que un día el covid le arrancó la vida.
Desde entonces, los chicos de 9 y 17 años quedaron solos. Su padre había sido echado de la casa e impedido de acercarse a ellos por una medida judicial que fue impuesta por episodios de maltrato.
Rebeca recibió a los chicos en su casa de manera temporal, y primero se comunicó con las hermanas de su amiga fallecida para preguntar si se harían cargo de los menores, pero la respuesta fue negativa. “Me dijeron que por problemas personales no los podían tener, por eso me los traje a mi casa y los dejé conmigo”, comentó a EL COMODORENSE RADIO.
De un día al otro, en la casa familiar pasaron de ser tres a ser cinco. A su esposo y su hija se les sumaron los dos nuevos integrantes, y los cálculos cambiaron.
La mujer quiere darles todo, pero con el amor no se le paga a los profesionales de la salud, ni tampoco una prenda de ropa. “Ellos perdieron a su mamá y no tuvieron asistencia psicológica en ningún momento, el más grande tuvo 3 sesiones y listo”, grafica.
Los chicos están en una edad crítica donde requieren la contención suficiente, sobre todo teniendo en cuenta el contexto. “El ANSES no cobraron más, eso los podría ayudar a ellos con las zapatillas, por ejemplo. No estoy pidiendo al Estado que me subsidie o me mantenga, lo único que quiero y pido es que asistan a estos niños”.
A su vez, nombró al padre de los chicos, que en este momento se encuentra lejos de ellos por un impedimento judicial en base a denuncias por violencia familiar. “Después del daño que les hizo tendría que estar pagando aunque sea la cuota alimentaria, porque son sus hijos”, reclama Rebeca en diálogo con este medio.
En el mismo tenor, repudió que en muchos casos a los hombres “los echan y dejan a las madres con la carga del trabajo, alimentación y atención médica. Es jodido”. En su caso, agradeció tener a su esposo para acompañarla en esta situación.
“Yo quiero que le gestionen el ANSES a los chicos”, insistió, “que tengan el derecho de cualquier niño argentino en la situación en la que quedaron”. Quiere “que ellos tengan plata para sus gastos personales” y confesó que “el cambio de un grupo familiar de tres a cinco integrantes hizo que se complique el tema de la ropa”.
LA TENENCIA
Otro tema respecto al que manifestó su preocupación es el futuro de los chicos. “Lo que me preocupa y es el tema de la guarda que se me termina en diciembre. Al papá ya se le terminó las perimetrales, puede aparecer acá en cualquier momento”, expresó.
En la misma línea, argumentó que si el hombre “viene a buscarlos en diciembre yo no sabría si se los tengo que dar porque no son hijos míos. De igual modo los chicos no les gustarían que se los lleven. No creo que tengan buena relación porque pasaron muchas cosas muy feas”.
Ya sobre el cierre, siguió con la interrogante sobre el futuro de los chicos, teniendo en cuenta que el más grande cumpliría la mayoría de edad en poco tiempo, pero “no es que a los 18 años voy a agarrar y le voy a decir que ‘ya está’. Tiene que comer, estudiar y ser alguien”.
Por eso pidió saber por intermedio del juez interviniente qué va a pasar con los chicos. “Esto va para rato, el más chiquito tiene 9 y el más grande todavía se va a quedar acá”, finalizó.
