En concreto, en marzo el consumo per cápita fue de 42,6 kilos, lo que marca una caída del 18,5% en relación al mismo mes del 2023, el peor registro de los últimos 30 años, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
El descenso del consumo de carne vacuna se debe a la caída del poder adquisitivo de la población. “La gente no tiene un mango”, graficó Miguel Schiariti, presidente de Ciccra.
“¿Qué ventas, qué caída?” ironizó Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya). “Como ya no hay ventas, no hay caída”, siguió con su sarcástica respuesta.
A continuación, Rafael alertó que a partir de diciembre hubo una retracción de la demanda del 30 al 40%. “Las ventas vienen cayendo mes a mes estrepitosamente. Hay una recesión que es tremenda”, afirmó. “Todo lo que son cortes parrilleros, como asado, vacío y matambre, no salen. nunca había visto que se retrasen tanto, sobre todo en el verano, que siempre hay faltante. Sólo están demandando los cortes más baratos, como la paleta, osobuco y las milanesas, que son un clásico”, señaló -según publica Clarín-.
Ante este contexto de baja de ventas, el precio del emblemático producto en marzo acompañó a los datos general de inflación del Indec. Los valores en marzo subieron 11% en relación a febrero y un 275% en relación a marzo de 2023, según datos del IPCVA. La carne picada (16%), osobuco (13%) y paleta (13%) fueron los cortes que más subieron.
Comparando con otros productos, en los últimos tres meses se dio una “desaceleración” del aumento que venía trayendo en 2023, que terminó en diciembre con un 40% de incremento y una suba interanual del 310%. Así, en febrero la suba había llegado apenas al 4% mientras que en enero había sido del 19%.
“El aumento del precio del ganado en los últimos 12 meses fue del 306%, y el de la carne, del 280%. Esos más de 20 puntos lo absorbió la cadena”, dijo Schiariti ante la caída en las ventas.
Según adelantó Schiariti, los valores de la carne vacuna se van a mantener porque no se ve una reactivación en las ventas en el corto plazo.
Haciendo historia, en 1960 cada argentino consumía 82 kilos (pico) de carne vacuna y a partir de ahí fue disminuyendo. según los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). En la década de los 80, descendió a 78 kilos. Ya en los 90, mermó a 70 kilos. En el nuevo milenio se acentuó aún más la caída llegando a los 65 kilos. Luego, en 20 años, retrocedió a 50 kilos. Y en los últimos 4 años, se acentuó aún más la caída, hasta los 42,6 kilos que mercó marzo de 2024.
A la carne vacuna se le sumó competencia de las otras carnes por su menor valor. En los años ’90 el consumo de carne aviar era de 20 kilos y ahora está entre 45-49 kilos, superando inclusive a la vacuna. En tanto, el consumo de carne porcina se incrementó de 10 a 21 kilos en el mismo período.
Otro de los factores que explicaron la merma en el consumo de carne es el achique que hubo de la faena de bovinos. En marzo la faena de hacienda vacuna sumó 1,054 millones de cabezas, lo que marca una importante caída por cuarto mes consecutivo y marcando uno de los niveles de actividad más bajos de los últimos cuarenta y cinco marzos. En tanto, en marzo la producción de carne vacuna fue equivalente a 237 mil toneladas res con hueso 13,3% menos que el mismo mes de 2023, mientras que las exportaciones se mantuvieron en 85 mil toneladas en el tercer mes del 2024.