En un comunicado, hicieron referencia a los avatares sufridos en torno al incendio de campos en la zona de Puerto Pirámides.
“En una muestra de arrojo y profesionalismo, nuestros bomberos voluntarios una vez más se expusieron a un siniestro de grandes magnitudes, donde la velocidad del fuego alcanzó al metro por segundo. De nuevo se expusieron fuera de su jurisdicción. De nuevo el Estado no está presente. Así el riesgo es cada vez es mayor, no podemos repetir la historia”, enfatizaron.
Y agregaron que “es necesario que el Servicio Provincial de Incendios Forestales, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego o la Dirección Provincial de Defensa Civil desarrollen una brigada específica para incendios de pastizales en meseta. El trabajo coordinado debe ser la práctica y no una declamación para un acto. Los medios son escasos y es necesario el trabajo y la intervención planificada en conjunto”.
“Desde la década del 80 del siglo pasado hay anuncios caídos en saco roto, de compras de medios aéreos para los incendios. Y decimos de compra, no de alquilar o contratar un servicio a empresas privadas, aviones específicos y en cantidades especificas según su capacidad. Ya que un avión aeroaplicador no es lo mismo que un avión diseñado exprofeso para incendios forestales”, consignaron.
Finalmente expresaron “que la próxima vez que el Estado nacional otorgue un bono por el trabajo que deben realizar los brigadistas, también les llegue a los bomberos voluntarios, que dejan su trabajo y familia. Que les llegue por su compromiso con su vocación. Porque también los bomberos voluntarios, como los brigadistas, son servidores públicos, dedicados y profesionales en su rol. La sociedad así lo reconoce y agradece, entonces por qué no el Estado.