Herrera consignó que es evidentemente otro de los golpes del mercado, porque “el Gobierno carece de dólares, que este es el comunicado que escuchaba recién, entonces dice el FMI, despliéguenos o adelántenos ese embolso que se espera del Fondo, y este mercado chico y especulativo, más la debilidad política que ya normalmente un Gobierno tiene con las elecciones de medio término, empiezan la caída”.
“Esto hizo que el Presidente no se presente a una reelección y entonces un Gobierno que tiene la debilidad que siempre se da en el ciclo político, pero ahora tenés una debilidad en el ciclo económico que ha cambiado de signo, estas son presiones a mi juicio para que el Gobierno empiece a devaluar el dólar oficial a un ritmo mayor”, analizó el economista.
Y agregó que “esa devaluación del dólar a este ritmo, afecta al peso y realmente genera una incertidumbre muy grande, que en definitiva lo que hace es alimentar nuevamente posibilidades de que la escalada inflacionaria sea mayor y que esto termine con una complejidad muy grande, o sea siempre que se vienen estos momentos tan álgidos, me acuerdo de los últimos meses del caótico final de gobierno de Alfonsín, cuando dijo ‘les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo’, en el sentido de que muchas de esas cuestiones históricas se están repitiendo: la oposición diciendo al FMI que no le den dinero, era más o menos como Domingo Felipe Cavallo recorriendo el mundo diciendo que el Gobierno argentino iba a caer e iban a instalar un nuevo régimen que después fue el de la convertibilidad”.
“Todo tiene mucho que ver con la política, la economía y los factores de poder que ahora sí están apretando el acelerador y ya se desprenden de este Gobierno y buscarán minar o definir qué va a pasar también con el próximo. En líneas generales, solo queda a nosotros los que estamos de a pie, no solamente observar y analizar lo que está sucediendo, sino que vamos a tener que extremar entre las soluciones, los pares, los de abajo, los que nos vemos extremadamente más perjudicados con esta cuestión y que esperamos una cuestión salvadora de arriba que va a ser preparar, digamos, a todas nuestras mentalidades para decir ‘lo que viene no es peor que esto y lo que viene es un ajuste complejo de asimilar por parte de amplios sectores populares’”, detalló Herrera.
El analista económico reconoció al aire por Radiocracia que le gusta mucho la política internacional y que, entonces, está haciendo un recorte de todo lo que ve sonoro: “miro programas de España, la desdolarización, de Brasil, la desdolarización, alguna parte en chino que podemos entender, digamos, porque lo traducen al castellano, la desdolarización. Rusia y Francia, lo mismo, en función de Macron que fue a reunirse con Xi Jinping y nosotros Argentina estamos estudiando la dolarización. Elípticamente, realmente nosotros nos creemos tan particulares que en algunos casos lo tenemos, en el ámbito deportivo, futbolístico, algunos competidores de atletismo o de automovilismo, nos creemos tan particulares que realmente no dimensionamos qué es lo que está pasando en el mundo y a mi juicio hoy no se puede hacer política sin ver lo que pasa en el mundo”.
La dolarización, a contramano del mundo
En tal sentido, consideró que “si el mundo va a hacer una desdolarización, y nosotros tenemos en China nuestro principal sostén en la cuestión externa, debiéramos pensar mínimo una cesta de monedas. Sí, bueno, la cesta de monedas era una propuesta también de Cavallo a comienzos de este siglo. No creo que haya que dolarizar la economía, pero también en líneas generales me quedo con unas palabras que siempre repito y que me vienen a la mente cada vez que estábamos. Yo veo acá los carteles en la Universidad, el ajuste, el ajuste, el ajuste, el ajuste, el ajuste y el ajuste. Entonces nadie quiere ser un ajustador”.
“Todo es impersonal. Como no se quiere redimensionar el Estado y ver qué sucede allí adentro, ajusta la inflación, como no se quiere ver que hay más de la mitad de las personas en el país trabajando informalmente, entonces no se quieren modificar las leyes laborales, entonces ajusta el salario y como no se quiere financiar a ese Estado, ajusta por el lado de la del contrabando y la evasión fiscal. Entonces, en líneas generales, nosotros evitamos los ajustes, que en líneas generales es una palabra que suena muy mal, pero evitamos discutir los problemas de fondo en Argentina, seguimos discutiendo sobre la superficie, y cada vez vamos peor”, concluyó.