Los cambios realizados en los primeros seis meses del escribano Mariano Arcioni al frente de la gobernación. La balanza geográfica pasó de un domino trelewense a uno con más peso comodorense.
Mariano Arcioni armó su gabinete de a poco en estos seis meses de gestión, con fuerte presencia de comodorenses y despertando críticas opositoras y desde adentro de Chubut Somos Todos. De los once ministerios, ya ubicó a nueve de los suyos, mientras le termina de dar forma a un proyecto de Ley de Ministerios junto al de Presupuesto.
La distribución geográfica de los funcionarios pasó de un fuerte peso trelewense a uno mayormente comodorense. El último gabinete de Mario Das Neves tenía cinco funcionarios de Trelew y el Valle (uno de Rawson), tres de Puerto Madryn, uno de Comodoro Rivadavia, uno de Esquel y uno de Gaiman. En tanto, escribano Mariano Arcioni dispuso cuatro funcionarios de Comodoro, dos de Trelew, dos de dos de Esquel, uno de Puerto Madryn y uno de Dolavon.
La última incorporación fue Raúl Chicala, ex gerente de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) de Comodoro Rivadavia, en el Ministerio de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos. Reemplazó así a Alejandro Pagani, un ingeniero oriundo de Puerto Madryn.
Antes, Ignacio Agulleiro, otro funcionario de Madryn, salió del gabinete no sin polémica. El pedido de renuncia vino del propio gobernador con la minería de fondo: Agulleiro venía cuestionando el lobby empresario que intenta imponer la actividad, y hasta ayudó al diputado Alejandro Albaini a redactar un proyecto que impone más restricciones.
“No todos lo vemos igual y no comparto esa metodología; parece que se está nutriendo de muchos funcionarios provenientes de Comodoro”, cuestionó Ricardo Sastre, intendente de Puerto Madryn. Es que justamente las salidas de Pagani y Agulleiro afectaron la presencia madrynense en el gobierno. “Que se cuide Herman Müller”, ironizó al respecto del ministro de Turismo, el único de la ciudad portuaria que se mantiene desde tiempos de Das Neves.
La incorporación más arriesgada de Arcioni que el ministro Mammarelli, en reemplazo de Jerónimo García que había tomado licencia como diputado provincial para acompañar más de cerca a Das Neves. Tras su fallecimiento, el escribano comodorense asumió la gobernación y reorganizó su equipo con Mammarelli como su figura política más fuerte.
Pese a que se filtraron audios capturados en reuniones con funcionarios e intendentes, Mammarelli no se retractó de sus expresiones. Es que resultaron inapropiadas y con fuerte componente machista: “me faltan 700 palos, ¿qué hago? ¿mando a las chicas de la provincia a ejercer la prostitución”. Organizaciones sociales pidieron su renuncia, pero el ministro minimizó el hecho, lo calificó de “pavada” y dijo que no renunciará -sin embargo, esta semana creció fuerte la versión de que finalmente se alejará-.
Martín Cerdá fue una de las primeras inclusiones de Arcioni. El ingeniero petrolero y ex Halliburton tomó el mando del Ministerio de Hidrocarburos, la única cartera de Chubut que tiene asiento en Comodoro Rivadavia. Así, reemplazó al contador y consultor Sergio Bohe que mantenía un lazo político con Das Neves.
En la misma jornada que asumió Cerdá en Hidrocarburos, lo hacía Marcial Paz en el Ministerio de Gobierno (por el esquelense Pablo Durán), Martín Bortagaray en Familia (por Leticia Huichaqueo), Hernán Alonso en Producción (por Pablo Mamet) y Graciela Cigudosa en Educación (por Gustavo Castán). Félix Sotomayor asumió como secretario general de Coordinación de Gabinete, segundo de Mammarelli.
Pablo Oca fue reemplazado por Alejandro Garzonio en el Ministerio de Economía y Crédito Público. Llegado de Esquel, tuvo un idéntico rol en la primera gestión de Das Neves (2003-2007). Llamó a Luis Tarrío para integrar su equipo, un contador comodorense que estuvo a cargo de Hidrocarburos y Petrominera en otras gestiones dasnevistas.
En otros cargos, Alejandro Sandilo asumió como secretario privado y ocupó así el cargo que dejó Gonzalo Carpintero. En tanto, Elías Chein asumió en la Subsecretaría de Modernización que dejó María Victoria Das Neves al renunciar luego de la muerte de su padre -aunque dijo que sólo se tomaría un tiempo para volver a la política-.
