«La eterna doble vara»

La concejal Ana Clara Romero realizó un fuerte descargo debido a las medidas adoptadas por el gobierno municipal y provincial, cuyos dirigentes recorren la provincia para hacerse presentes en actos en localidades poniendo en riesgo…

lunes 24/08/2020 - 9:33
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La concejal Ana Clara Romero realizó un fuerte descargo debido a las medidas adoptadas por el gobierno municipal y provincial, cuyos dirigentes recorren la provincia para hacerse presentes en actos en localidades poniendo en riesgo a sus pobladores. «La política termina sirviendo para garantizar privilegios a quienes detentan el poder, mientras que el ciudadano sigue teniendo que cumplir y acatar el recorte de sus libertades», apuntó.

A través de un fuerte descargo en redes, donde apuntó contra el intendente Juan Pablo Luque y el recorte de las libertades de los ciudadanos durante la pandemia, cuando los funcionarios recorren la provincia a plena gana.

«El sábado se llevó a cabo en Río Mayo, el acto oficial por su 85° aniversario, donde se firmó el acta constitutiva del Consorcio de Cooperación Bioceánico, ambas cuestiones llevaron al gobernador, ministros, intendentes y funcionarios varios a esa localidad.

Allí fue nuestro Intendente, en la misma jornada en que se produjo el pico de contagios en la ciudad, a horas de haber anunciado personalmente que articularía con la Fiscalía la persecución de quienes participen en reuniones sociales y familiares en Comodoro.- La máxima autoridad del Ejecutivo local decidió hacer los casi 300 kms escoltado por funcionarios y hasta con una comitiva de periodistas para pasar -entre actos, almuerzo y firmas- el día en una localidad que tiene solo dos infectados por Coronavirus que se encuentran prácticamente recuperados.

Mientras tanto en Comodoro, los comerciantes averiguaban el alcance de las nuevas medidas, los restaurants ajustaban protocolos, las rotiserías desconocían qué franja horaria los comprendería, muy preocupados por evitar caer en infracciones a la ley -tanto por cuidar la salud, como el bolsillo- ya que ni la pandemia ha atemperado el voraz espíritu recaudador de algunos.

Lamentablemente -como durante toda la cuarentena- con advertencias, rayanas en las amenazas, con placas de difusión pero sin NORMA, a las 00 hs, del día 23 de Agosto de 2020 no se había publicado el decreto provincial o la eventual resolución municipal que dispondría las “nuevas” pautas a respetar en esta fase indeterminada y anómica de NO CUARENTENA en la que nos encontramos.

Hace más de cinco meses que trabajamos y estudiamos desde casa, respetamos horarios, normas de comportamiento limitantes, disponemos de todo tipo de nuevos y viejos implementos para resguardar la salud (alcohol en gel, lavandina diluida, barbijos, máscaras, lavado de manos, etc), no vemos a nuestros afectos y resignamos mucho, con dudas, con miedos, con impotencia, pero en general, asumimos la responsabilidad de acatar y respetar las normas, por más que en algunos casos nos parezcan inútiles, inoportunas, o simplemente carentes de lógica o fundamento.

Lo hicimos y lo hacemos porque somos conscientes que vivimos en sociedad, y esto exige una serie de pactos recíprocos en pos de funcionar pacífica y ordenadamente, y porque no queremos que los contagios se multipliquen.

Ahora bien, hay que señalar que el virus no conoce de horarios de circulación, que los niños necesitan de alguna manera volver a vincularse a la escuela, que los CPB deberían funcionar, con protocolos y cuidados, porque tenemos una infancia y adolescencia encerrada o moviéndose en la clandestinidad que no sabemos qué le está pasando, con un 102 que no funciona y con todos los lugares de contención y de monitoreo de la situación de nuestros niños y jóvenes cerrados, hace casi seis meses…

Igualmente y conociendo esto, apuestan al miedo, a las medidas represivas, a las multas, a los procesos penales, a las amenazas -a veces veladas, y a veces no tanto- para que los comodorenses dejemos de circular y cumplamos las pautas de cuidado, en lugar de apelar a la información, a la libertad responsable, a los testeos, a tratar de llegar eficientemente a todos aquellos que no están respetando las pautas, o a revisar las mismas para poder generar mayor adhesión.

Sin reconocer que no está funcionando, que hay una cuota de responsabilidad de todos en ello, y que es imperioso cambiar de estrategias para buscar contener los contagios… la cuarentena no puede ser eterna y la pandemia hoy necesita respuestas más ajustadas a la realidad, al tiempo transcurrido, a la salud psíquica de los ciudadanos y a la sociedad en que vivimos.

En este sinfín de restricciones y obstáculos, nuestros comerciantes cierran, los emprendedores paran, los gastronómicos bajan persiana o siguen con esfuerzo y con un mínimo margen de rendimiento, muchos pierden su trabajo, hay quienes pierden la oportunidad de hacer changas, otros piden ayuda al estado, algunos por primera vez necesitan ese acompañamiento. Lo que genera gran tristeza e incertidumbre en buena parte de la sociedad.

En este contexto, nos cansamos de ver en esta ciudad funcionarios correr sin distancia uno al lado del otro, atrás de un rollo de césped sintético, inaugurar obras entre una maroma de gente, recibir funcionarios porteños que vinieron sin ninguna necesidad, ni apremio, desde una zona de alto contagio, y por supuesto, obviando hacer cuarentena de ningún tipo, ni al llegar, ni al irse.

Todos los chubutenses celebramos el cumpleaños de Río Mayo, aunque a mi modo de ver la mejor manera de honrar a sus vecinos sería evitar ir desde ciudades con circulación de virus a ponerlos en riesgo.

Todos resignamos, padecemos las privaciones, las limitaciones, pero parece que quienes nos gobiernan, no pueden, les encanta desde el púlpito reprendernos como chicos, o apelar a la consciencia para criticar a todo aquél que se exprese contra el discurso monocorde oficialista, como por ejemplo acusar de violentos y anticuarentena a quienes participan de la caravana del 17A aunque lo hagan desde sus vehículos con la misma modalidad del AutoCine que se publicita como un entretenimiento seguro….

La eterna doble vara.-

Pero de predicar con el ejemplo, ni hablemos.-

¿Somos todos iguales ante la ley?  Si acá nadie es inmune, porqué la política termina sirviendo para garantizar privilegios e impunidad -hasta en la circulación- a quienes detentan el poder, mientras que el ciudadano común sigue teniendo que cumplir y acatar el recorte de sus libertades.

Estar cerca, ser empático hoy no pasa por un abrazo, sino por ponerse en los zapatos de los otros, y poder ver con los ojos de la comunidad, qué esperan de nosotros, qué ejemplo real y consciente damos, y cómo los consideramos en nuestras decisiones, comprendiendo los esfuerzos que hacen tantos todos los días para seguir adelante.

Tal vez si hubiera más coherencia, seria innecesario seguir metiendo miedo.

Ana Clara Romero

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