Hacienda cerró el cuatrimestre con un excedente de $10.846 millones, poco más de la mitad del objetivo de $20.000 millones para el semestre.
El Gobierno informó el jueves que en los primeros cuatro meses del año el superávit fiscal primario -antes del pago de los intereses de la deuda- alcanzó a $10.846 millones, poco más de la mitad de lo que debe obtener al cierre de junio para poder cumplir con la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional. Meta que ya fue reducida a la mitad en el último staff report del organismo, a comienzos de abril.
Concretamente, la diferencia entre los ingresos y los gastos primarios en el semestre debe llegar a un saldo superavitario de $20.000 millones, por lo que entre mayo y junio, el excedente debería ser de, al menos, $9.154 millones. Pero el gran interrogante que comienzan a plantearse los economistas del sector privado es si efectivamente el Gobierno logrará cumplir con la meta, porque observan que la recaudación no está rindiendo como esperaban.
Sin embargo, en la cartera que dirige Nicolás Dujovne están tranquilos, porque tienen una carta en la manga: si no logran el objetivo, pueden recurrir a los denominados «ajustadores» –licencias que contempló el Fondo si se lentifica la salida de la recesión y se deterioran los ingresos de los sectores más vulnerables–, para alcanzar la meta.
Respecto de los ingresos, fuentes oficiales confirmaron a Infobae que entre enero y abril, la recaudación por derechos de exportación se ubicó $15.000 millones por debajo de lo pautado. Las menores liquidaciones de las cerealeras y productores de oleaginosas, en gran parte, por el bajo precio de la soja (hoy cotiza en torno a USD 300 la tonelada) permiten dudar de que mayo y junio sean meses muy buenos en materia de ingresos por el campo. Al menos fue ahí dónde habrían puestos sus ojos los técnicos del Fondo cuando visitaron al titular de la AFIP.
Mayo también es un buen mes en materia de ingresos por el cobro del saldo de Impuesto a las Ganancias de empresas y personas físicas. Y si bien la inflación de abril dada a conocer esta semana disparó el ajuste de los balances con cierre en ese mes, son pocas las compañías alcanzadas, por lo que el impacto fiscal es bajo, aseguran en la AFIP. Para junio, el escenario es más complejo desde el punto de vista del gasto porque el fisco debe pagar las jubilaciones con el aumento del 10,7% previsto por la Ley de Movilidad y los aguinaldos.
Según cálculos del economista Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres & Asociados, en mayo podría haber superávit primario en torno a los $20.000 millones, mientras que en junio se caracteriza por cerrar con déficit por el pago del medio aguinaldo a jubilados y pensionados, y parcialmente a los empleados de la administración pública, treparía a los $48.000 millones, «si no pasan a julio ningún gasto». De ser así, el fisco recurrirá a los ajustadores para mostrarle al FMI el cumplimiento de la meta. «O pateás los gastos a julio o usás los ajustadores», dijo el especialista.
«Sólo mirando lo que tenemos, que es el dato de abril (se obtuvo un superávit primario de $499 millones), van a necesitar echar mano a eso. Pero está el as bajo la manga que entre mayo y junio aparezcan las tan esperadas ´retenciones record´ por la cosecha y nos den vuelta», opinó el economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Ariel Barraud, abonando las expectativas que tienen en la AFIP.