La hizo el consultor Hugo Haime, quien trabaja para el peronismo. El estudio muestra el rechazo al aumento de tarifas y a un veto presidencial
El peronismo busca darle a Mauricio Macri un duro golpe en el Senado, cuando se trate este miércoles la ley que modera la suba de tarifas. El bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto pretende retrotraer el valor de las tarifas a noviembre de 2017 lo que llevaría al Presidente a vetar la flamante ley.
La decisión del peronismo se alimentó en las últimas horas de una encuesta. Las cifras, pertenecen al sondeo de un histórico consultor vinculado al partido justicialista, Hugo Haime, publicó Clarín.
Haime trabaja para los bloques parlamentarios peronistas, para algunos gobernadores y para Sergio Massa. El Gobierno, justamente, identifica al líder del Frente Renovador como el autor intelectual de la jugada parlamentaria, en sintonía con el ya no tan querido jefe de los senadores peronistas, Miguel Ángel Pichetto.
El consultor realizar una encuesta mensual, privada, para sus clientes políticos, con datos fijos (como la aprobación a la gestión de Macri) y otros de coyuntura. Días atrás, entre los variables incluyó preguntas sobre el acuerdo con el FMI y el debate por las tarifas en el Congreso.
En cuanto a los servicios, este sondeo nacional dejó números previsiblemente contundentes. Un 94,5% se mostró de acuerdo con que las «tarifas de servicios púbicos como la luz y el gas no puedan aumentar más que los salarios», como propone la iniciativa opositora, que ya tiene media sanción en Diputado, y prevé retrotraer los valores a fines de 2017 y reajustarlos por ese índice vinculado a los sueldos.
La otra pregunta central del trabajo de Haime fue sobre el veto que Macri anticipó que utilizará si el proyecto se convierte en ley. Aunque el Presidente haya explicado que esto provocaría un «agujero fiscal» impagable y que las subas de tarifas ya están incluidas en el presupuesto aprobado por el mismo Congreso, la gente le contestó con el bolsillo: el 88% está en «desacuerdo» con esta medida, publicó Clarín.
Más allá de estos números, y del también fuerte desacuerdo (70%) respecto a la decisión de pedir ayuda al FMI, Haime advierte por la fuerte caída en la aprobación de Macri de los últimos meses.
Explica: «En mayo de 2017, el Presidente estaba con un 35% de aprobación y ganó la elección de octubre. Después subió y en noviembre empezó a caer, pero en marzo de este año volvió a ese número de 35% y parecía positivo. Pero en abril cayó a 30% y en mayo a 26%. Hoy, está peor que Cristina».
Más números
Clarín accedió a otras tres encuestas con datos vinculados a las tarifas. Una, acotada al ámbito porteño, y que es de otro consultor que estuvo vinculado al massismo en períodos electorales, Raúl Aragón: muestra rechazos a los incrementos de tarifas tan altos como los del trabajo de Haime.
En el sondeo de Aragón, un 71,2% asegura que las subas los afectó entre «mucho» y «muchísimo», más de la mitad dice que cambió hábitos de consumo por los aumentos (como dejar de salir a cenar, al cine o al gimnasio; aunque curiosamente sólo un 3,3% confesó «usar menos electricidad/gas») y un 83,4% está de acuerdo con el proyecto opositor de incluir un índice salarial de reajuste.
Los otros dos son del Grupo de Opinión Pública (GOP), que hace una extensa medición mensual en Capital y GBA, que suele circular por la Casa Rosada; y de Opinaia, una encuestadora que mide de modo online y aumentó su presencia en los medios por sus aciertos electorales en 2015 y 2017.
En el estudio del GOP, de Capital y GBA, a diferencia del de Aragón es mucha la gente que dice haber disminuido el consumo de energía y agua por los aumentos.
En el trabajo de Opinaia, el 60% está en desacuerdo con que «los ajustes de tarifas son necesarios para la sustentabilidad de la economía».