La llamada economía informal acarreaba un crecimiento uniforme ya hace muchos años, pero la pandemia produjo un ‘boom’ debido al impacto que la cuarentena trajo en varios sectores. La dificultad para conseguir trabajo en blanco en una ciudad donde se necesita 67.000 pesos por mes para no ser pobre –sin contar alquiler-, encuentra a profesionales como médicos o abogados acercando curriculums para laborar en otro rubro como la construcción. Los detalles en este nuevo informe de El Comodorense.
La economía informal representa un 30% del total de la actividad económica en Comodoro, estima el subsecretario de Economía, Ricardo Fueyo. Esta comprende a quienes cumplen tareas a cambio de una remuneración pero sin registro alguno, sin aportes jubilatorios, ni obra social.
El funcionario graficó a El Comodorense que día a día se observa que “los rubros de venta callejera crecen vertiginosamente”, lo que se puede observar en la cotidianeidad en avenidas o calles importantes que reúnen en sus esquinas ya a más de un trabajador.
En una misma intersección semaforizada convive la venta de alimentos, barriletes, flores y el servicio de limpiavidrios. Además de los comodorenses, otros vienen de todas partes del país, incluso de los aglomerados más grandes como Buenos Aires o Córdoba.
Movidos por la necesidad de llevar un plato de comida a la mesa, quien no tiene fuente de ingresos formal debe rebuscárselas para costearse los gastos y llevar una vida mínimamente digna. Para cumplir este objetivo, aspiran a embolsar al menos $67.000 pesos –sin contar el alquiler-, monto necesario para no caer en la pobreza en Comodoro.
Como si esto fuera poco, las consultoras que releva el Banco Central de la República Argentina pronosticaron que la inflación de abril será de 3,8%, mientras que subieron su proyección para 2021 a 47,3%. En tanto, los salarios no suben a ese ritmo y el gasto de la población se acota, ahorrándose la compra de un artículo que se ofrece en la informalidad, poniendo en aprietos a quienes no venden productos esenciales.
La pandemia de Coronavirus no hizo más que profundizar esta crisis en la que está sumido el país, generando la pérdida de 155.000 puestos de trabajo en el sector privado. A su vez, llama la atención el aumento del empleo en el sector público: 39.000 nuevos puestos.
Ante la disminución de los puestos laborales, también reducen las posibilidades de hallar uno vacante. Por este motivo, se dejan de lado aspiraciones personales en base a conocimientos y preferencias para terminar volcándose por otros rubros que no son de su especialidad, tal es el caso de médicos y abogados profesionales que, por ejemplo, no dudan en acercar curriculums a la sede de la UOCRA en Comodoro para poder desempeñarse en la construcción.
La actualidad tiene a la Argentina figurando nuevamente en el Top 10 del índice de Miseria económica global, un parámetro elaborado en base a datos de inflación, desempleo, tasas de interés y variación del PBI por habitante. El país pasó a ocupar el séptimo lugar, rodeado por naciones con graves conflictos bélicos y civiles.
Todos estos datos fueron relevados y analizados en un nuevo informe de El Comodorense, que recorrió las calles recolectando testimonios de quienes ponen el cuerpo en el día a día para llevar el plato de comida a la mesa.