Este domingo Platense ascendió a la Primera División del Fútbol Argentino y todos revivieron el video de Fede, quien en ese entonces tenía 5 años, negando un helado porque no cambiaría los colores del “Calamar”. Sin embargo, hoy cuenta que no fue por voluntad propia y que detrás de esa escena había mucha violencia impartida por su padre hacia él.
Fede lo sabía, su padre lo iba a estar observando cuando apareciera en las cámaras de Videomatch. En ese momento, el niño de tan solo 5 años sentía toda la presión del mundo encima de él para dejar en claro de qué equipo debía ser hincha.
A 22 años de la escena televisiva que hoy se viraliza nuevamente en formato video a través de las redes sociales, a Fede, hoy de 27 años, le sigue costando hablar sobre su niñez y la historia que esconde ese momento.
Marcelo Tinelli le ofrecía un helado a cambio de decir que era de San Lorenzo, pero Fede se resistía: «Soy de Platense», repitió varias veces a pesar de perderse la oportunidad de ganarse un helado y juguetes.
“No queria ser de platense, yo quería ser de River. Pero sabía que eso podía traerme un gravísimo problema con mi viejo. Entonces no me quedó otra que resignar el helado y los muñecos que me ofrecía Tinelli”, escribió en su cuenta de Twitter citando el video del momento, que volvió a circular por las redes debido al ascenso del “Calamar” a la Primera División del Fútbol Argentino.
“Tendría 5 años y, probablemente como cualquier nene, prefería comer el helado. Y todo fue risas para la cámara. Me acuerdo a la perfección como si hubiese sido ayer ese momento. De terminar de rechazar el helado y mirar a mi viejo como preguntándole ‘¿estuve bien?’», siguió relatando en un hilo de Twitter en el que aporta su versión del hecho, que hasta ayer parecía totalmente inocente.
Fede esperaba recibir la mirada de aprobación de su papá, quien le generaba terror debido a las repetidas y violentas golpizas que recibía de su parte en privado. “Tenía que ser sí o sí de Platense, no podía elegir otro club porque si no se me venía la noche”, añadió el joven.
Más tarde aclaró que “ese terror no era casual. Sé que por decir que era hincha de otro club se podía venir una golpiza infernal, como las que estaba acostumbrado. Así que obviamente rechazar el helado era algo menor ante esa circunstancia”.
Tiempo después una golpiza que le significó graves heridas desembocó en un juicio que terminó por prohibir el acercamiento de su padre hacia él. Ese momento le significó el comienzo de un largo proceso de recuperación, sobre todo en lo mental, ya que comentó en medios nacionales que lleva más de 20 años de terapia por las secuelas que le dejaron los golpes e insultos de su padre.
Sin embargo, Fede siente que dio un paso gigante al contar su situación tras años en los que observó el video que le genera tanta angustia, pero que hoy no tiene el mismo significado que ayer para la opinión pública.
Ante su testimonio en las redes se solidarizaron con él y le dejaron mensajes de ánimo al joven que hoy trabaja en una fiscalía y sigue estudiando la carrera de abogacía.