La desdolarización bien entendida ya empezó por el veraneo

Aunque no se supiera a qué dólar ni adónde irá a parar la inflación, la temporada estival empezó a armarse a partir del mes siguiente a las PASO con un marcado sesgo local y pesificado….

sábado 09/11/2019 - 16:31
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Aunque no se supiera a qué dólar ni adónde irá a parar la inflación, la temporada estival empezó a armarse a partir del mes siguiente a las PASO con un marcado sesgo local y pesificado. Plataformas digitales dedicadas al turismo relevaron que, desde setiembre, las consultas en los balnearios atlánticos aumentaron un 80% respecto del año pasado, con Brasil, Uruguay y Miami más lejos que nunca. Se destacaron Villa Gesell, Pinamar y Mar del Plata por la mayor cantidad de averiguaciones que recibieron, mientras Chapadmalal se reveló como el destino más gasolero, destronando a Mar del Tuyú.

De las encuestas surgen dos datos claves para definir lo que se verá en el verano: 1) el 80% opta por viajar en auto, aunque haya una andanada de incrementos en los combustibles y peajes en ciernes, y que se estén expandiendo las rutas aéreas nacionales a largas distancias, como Bariloche, Mendoza, Iguazú o Ushuaia, a precios competitivos con los de los micros; 2) el 60% averigua por casas, el 38% por departamentos y el resto por otro tipo de propiedades tales como quintas. La referencia de la temporada 2020 en la costa atlántica sería el promedio de $3.800 por noche registrado para el alquiler temporario de un departamento para 4 personas, 45% más caro que el año pasado, pero unos 10 puntos porcentuales menos que el IPC proyectado para este año, que concreta una tendencia al desinfle real por 3er año consecutivo.

Si fuera por comparación de costos, no habría ni qué pensarlo: el veraneo viene mucho más accesible en las playas, sierras, montañas y lagos del país, que en un Uruguay, Brasil, Miami.

Nada más que relevar las páginas de Almundo y Despegar, o de Alquiler Argentina, para corroborar que un alojamiento por 7 días en la costa atlántica, salvo en Mar de las Pampas, donde se va casi al doble, le insumirá término medio a una familia $26.600 aproximadamente, a lo que habría que añadir los tickets de micro o lo que vale moverse en auto, por lo menos otros $10.000/$15.000.

En cambio, para ir a un appart hotel en Florianópolis, por una estadía similar, ya hay que pensarlo dos veces, porque resulta más salado que en los balnearios fashion nacionales: entre $45.027 y $47.828 por cabeza, más el vuelo desde $37.019 a $45.764 cada uno, de acuerdo con datos de Despegar.com. 

La disparada del dólar y de la inflación doméstica corrieron de lugar en el imaginario los costos relativos de las vacaciones, pero está claro para cualquiera que la devaluación superó con creces la evolución doméstica de los precios, más ligada a la capacidad de absorción de los ingresos en pesos.

De ahí que para esta temporada las pretensiones estén siendo más cautas en los centros turísticos vernáculos y por los alquileres se esté pidiendo un aumento promedio del 28% respecto del año anterior, bastante menos que la inflación y muy relegado al lado del salto del dólar. 

Es la respuesta que a partir de setiembre, en plena volatilidad cambiaria, recibieron los argentinos que descartaron salir al exterior desde la época de fiestas de fin de año y el comienzo del período vacacional y masivamente se volcaron a sondear alquileres temporarios en la costa atlántica, sobre todo.

Ir adonde sea

Salvo en locaciones top y clientela premium, que arreglaron a precio abierto, en general se adoptaron distintas fórmulas para dejar en suspenso montos definitivos. Hubo pocos casos en los que oferta y demanda se avinieron a cerrar temporada a ciegas.

«Los dueños de alojamientos temporarios nos comentan que están implementando distintas estrategias para concretar reservas. Estas acciones van desde la posibilidad de congelar la tarifa hasta determinada fecha, ofrecer más cuotas fijas o con el interés que asigne la tarjeta de crédito y hasta un descuento sobre el total si el pago es de contado», indicó una ejecutiva de Despegar a BAE Negocios.

Mercado Libre detectó, al analizar más de 35.000 publicaciones activas, que hay un pico de casi un 80% más de intención de veranear dentro de las fronteras que en 2018. 

Las búsquedas de casas en la costa atlántica apuntan, en ese orden, a Villa Gesell, Pinamar, Mar del Plata, Costa Esmeralda, Mar Azul, Cariló, Costa del Este, Valeria del Mar, San Bernardo y Mar del Tuyú.

En las de departamentos lidera Mar del Plata, seguida de Villa Gesell, Pinamar, San Bernardo, Miramar, Santa Teresita, San Clemente, Valeria del Mar, Mar de las Pampas y Mar de Ajó.

Los partidos de la costa están a mitad de camino en valores que rigen desde el límite que marca Costa Esmeralda con la lonja de balnearios que une la ruta interbalnearia hasta terminar en Mar de Azul.

Sin embargo, Chapadmalal (a mitad de camino entre Mar del Plata y Miramar) se perfila como la gran oferta de esta temporada, desplazando a Mar del Tuyú, que subió los precios 44% y resignó así el liderazgo gasolero. 

En el otro extremo, el exclusivo Cariló continúa siendo el más oneroso, con Costa del Este y Mar de las Pampas como escoltas.

No siendo las playas atlánticas, los adelantados se fijaron principalmente en Santa Catarina (Brasil), Villa Carlos Paz, Bariloche, Tandil y San Antonio. 

El sitio viajala.com.ar señaló a Bariloche como el destino local más elegido en época de  vacaciones en 2019 y a Barcelona a nivel internacional. En Latinoamérica, sin embargo, Río de Janeiro y Florianópolis son los más requeridos para la temporada en ciernes, aunque no precisamente por argentinos.

El portafolios vacacional se amplió, asimismo, desde el momento que las aerolíneas lowcost ya transportan al 27% de los pasajeros que eligen los destinos turísticos más importantes del país, de acuerdo con un nuevo relevamiento realizado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC): Córdoba, Mendoza, Salta, Iguazú y Bariloche entraron en el radar, desde que el costo de los vuelos no difiere mucho del micro en distancias que superan los 1.000 kilómetros y se cubren los recorridos en no más de un par de horas.

Desde que más de 3,4 millones de pasajeros han volado en estas compañías, que ya unen la Ciudad de Buenos Aires (desde El Palomar y Aeroparque) con 13 destinos domésticos, además de 11 rutas que conectan en forma directa ciudades del interior, se agregan ahora alternativas otrora alejadas de la masa urbana veraneante, como Iguazú, con valores de alojamiento alineados con el promedio de las atlánticas, desde $28.000 los 7 días por persona, y un boleto aéreo entre $5.000 y 9.000, o de $5.000 en butaca semicama de micro.

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