El conductor televisivo Marcelo Tinelli criticó en su cuenta de Twitter el herbicida glifosato, un producto clave que se viene usando en el control de malezas en el campo, y pidió que se haga algo.
«El glifosato está prohibido en 74 países. Acá en Argentina siguen fumigando a personas, escuelas, y a los alimentos que comemos. No vamos a hacer nada?», se interrogó el conductor televisivo.
Monsanto descubrió la molécula original del glifosato en 1969 y en el mundo se lo empezó a usar en 1974. Es un ácido que se formula como una sal para hacerlo soluble en agua. Las formulaciones comerciales constan de una sal de glifosato y un tensioactivo.
La Argentina representa menos del 10% del consumo global (en el mundo son unos 2000 millones de litros al año según datos del mercado) de este producto.
El glifosato no es exclusivo de la soja. Se lo emplea tanto para otros cultivos a campo, actividades ganaderas, como en economías regionales donde también el objetivo es controlar malezas.
En la Argentina el glifosato se encuentra registrado en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Fuentes del organismo explicaron que la Argentina autoriza el uso de agroquímicos sobre la base de estudios científicos, procedimientos y protocolos reconocidos y utilizados por los países de alta vigilancia sanitaria como Estados Unidos, los países de la Unión Europea, Japón, Australia y Nueva Zelanda, entre otros.
«Los estudios son realizados mediante métodos aprobados por los científicos de los países que integran la Organización de Comercio y Desarrollo Económico (OCDE) y son auditados por las agencias de gobierno y se desarrollan en laboratorios que deben reunir condiciones estrictas de cumplimiento de los ensayos», dijeron.
Hace dos años, Europa renovó la licencia del herbicida por cinco años. Entre otros organismos, la Agencia Química Europea concluyó que el «glifosato no es clasificado como carcinogénico». Además, en mayo pasado la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en sus siglas en inglés) no encontró riesgos para la salud humana derivados del herbicida glifosato.
«La EPA no ha encontrado riesgos para la salud pública por los usos registrados actuales del glifosato», dijo en ese momento el administrador de la EPA, Andrew Wheeler.
En 2015, un documento del Centro Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), un organismo de la OMS, catalogó al glifosato como «probablemente cancerígeno». No obstante, al año siguiente la FAO y la misma OMS consideraron «poco probable» que el producto sea cancerígeno. En 2017, una investigación de la agencia Reuters publicada en Londres encontró que en el IARC se ocultaron datos científicos importantes y se modificaron conclusiones clave que no coincidían con la clasificación de 2015.
En el sector no tienen registros de cuáles son los 74 países que, según Tinelli, el producto está prohibido.
«El glifosato está prohibido en Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Bahrein y Emiratos Árabes. Algunos pocos países, como Sri Lanka, prohibieron el glifosato años atrás y recientemente lo han vuelto a incorporar. Existen países que han hecho declaraciones que próximamente prohibirán pero al momento no está prohibido. Hay otros países que dijeron que lo prohibían, como Austria y Vietnam, pero todavía no estaría del todo implementado. No son 74 países los que prohibieron el glifosato, sino cinco y que prácticamente no tienen agricultura», precisaron fuentes del Ministerio de Agricultura al diario La Nación.
Posturas
«Respetamos la opinión de Tinelli, es un espacio de libre opinión (por lo dicho en la red Twitter)», señaló Federico Landgraf, director ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), donde confluyen las empresas de insumos fitosanitarios.
«Está aprobado en 160 países, la Unión Europea y los Estados Unidos, dos referentes importantes, lo aprobaron», agregó el ejecutivo.
Casafe hizo el año pasado 37 jornadas de demostraciones de aplicaciones donde la deriva fue de solo 10 metros para las aplicaciones terrestres y 44 metros para las aéreas bajo todas las condiciones de viento, humedad y temperatura en la aplicación.
Además, hizo 500 jornadas de capacitación para 34.000 personas, desde aeroaplicadores hasta productores.
En la entidad destacan que cada aplicador debe tener un carnet, hacer un curso, se debe trabajar con la receta agronómica para la pulverización y cada municipio tendría que tener la figura de un fiscalizador para que, si algo está mal hecho, se pueda parar una pulverización.
En tanto, Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), señaló: «Es una lástima que alguien tan mediático opine de un tema sin estar bien informado. Está probado científicamente que la última generación de fitosanitarios aplicados según las Buenas Prácticas Agropecuarias no tienen consecuencias sobre la salud humana. Sin estos productos, el hambre y la desnutrición en el mundo se agravarían en forma dramática».
Ante una consulta, desde el Ministerio de Agricultura de la Nación, que conduce Luis Miguel Etchevehere, señalaron que esa cartera, con el apoyo de numerosas organizaciones y municipios impulsó jornadas demostrativas durante todo el año de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), «dirigidas a garantizar un uso racional y responsable de los fitosanitarios, con énfasis en las técnicas y equipos empleados».
Además, en 2018 se amplió el número de envases vacíos tratados respecto a 2017, pasando de 50 mil a 500 mil. «La Ley 27.279 tiene por objeto la regulación de la gestión de los envases vacíos de productos fitosanitarios generados en el territorio nacional, de modo que no implique riesgos para la salud humana o animal y el ambiente. La norma tiene como autoridad de aplicación nacional de la ley a la Secretaría de Agroindustria (hoy Agricultura) y la de Ambiente y Desarrollo Sustentable de manera conjunta. Es además una norma de presupuestos mínimos de protección ambiental, y las autoridades provinciales son las encargadas de su implementación en sus respectivas jurisdicciones», indicaron en la cartera oficial.
También destacaron que existe en el país una Red de Buenas Prácticas Agropecuarias de más de 50 organizaciones privadas y públicas. «El país tiene una extensa red pública y privada de investigación y desarrollo sobre el tema. El INTA aborda la temática de las aplicaciones de productos fitosanitarios en el marco de una multiplicidad de programas, el Conicet cuenta con una Red Seguridad Alimentaria y el Ministerio de Salud cuenta con un Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud», agregaron.
En Twitter, decenas de productores agropecuarios le respondieron a Tinelli tras su mensaje contra el herbicida.
