El Gobierno busca postergar para después de las elecciones primarias los aumentos de combustibles pero oficializó un aumento en el bioetanol que suma más presión, y las petroleras afirman que las naftas ya acumulan un retraso del 10% y habrá subas tras las PASO. Mientras, siguen con atención el mercado cambiario.
El Gobierno oficializó el viernes un aumento del 3% en el valor del bioetanol, uno de los componentes con los que se elaboran las naftas, que rige desde el 1° de agosto.
Lo hizo luego de la confirmación del desdoblamiento de la suba prevista en impuesto a los combustibles líquidos (ICL). Mientras las petroleras advierten que los precios en los surtidores, que el Ejecutivo busca congelar hasta después de las PASO, arrastran un retraso cercano al 10% y que estos incrementos de costos suman más presión.
La disposición 149/2019 estableció que el precio del bioetanol producido a base de caña de azúcar, que se elabora principalmente en Tucumán, subió de $24,9 a $25,6 por litro. Mientras que el litro de bioetanol a base de maíz $22,5 a $23,2. Se trata de un insumo de uso obligatorio para las naftas de acuerdo a la ley de fomento a los biocombustibles. Aún resta saber si Energía aumentará también el biodiésel, que debe mezclarse obligatoriamente con el gasoil.
Por lo pronto, el incremento del bioetanol agregó 7 centavos de costo por litro de nafta. El alza en el ICL, que finalmente fue del 3,1% y no del 7,9% que había quedado pendiente del mes pasado (para evitar mayor presión alcista antes de las primarias), sumó 31 centavos más. En total, implica casi 1% del precio actual del litro de súper en YPF: $43,71.
Según publicó esta mañana el diario económico ‘BAE’, las petroleras señalan que eso se monta sobre el retraso de entre 5% y 10% que arrastran las naftas por el traslado inconcluso de la megadevaluación de 2018. En el caso del gasoil, el «aumento pendiente», según las empresas, es del 1%.
El Gobierno decidió pisar el precio al consumidor, al menos, durante algunas semanas para evitar una mala noticia antes de las PASO. Tal como hizo en octubre de 2017, cuando en pleno escrutinio los combustibles se disparaban 10%. Es sabido que un alza en los combustibles pasa a agrandar rápidamente la bola de nieve de la inflación.
Con el precio liberado a las reglas del mercado desde septiembre de aquel mismo año, el litro de super aumentó más de 120% pero el Ejecutivo pudo adecuar los ajustes al timing electoral a través del peso específico de YPF, la petrolera controlada por el Estado que concentra casi el 60% del expendio en el país.
«Hoy el mercado está regulado a través de YPF», dijeron fuentes de una de las principales compañías privadas del sector al mencionado matutino. Desde la petrolera de bandera, en tanto, aseguraron que «todavía no hay una decisión tomada sobre precios».
Pero los incrementos decretados plantean un pronto traslado a los surtidores. Además, en septiembre impactará el 3,95% de aumento del ICL pendiente tras el desdoblamiento y en octubre se sumará la nueva actualización trimestral del gravamen. Mientras tanto, las empresas seguirán con atención lo que pase en el mercado cambiario, que volvió en las últimas semanas volvió a registrar tensiones.