La moda que impulsaron en algún momento desde el deporte mundial– de retirar la camiseta de determinado protagonista–no escapa a lo que pasará en Comodoro Rivadavia con Gabriel Cocha.
Las camisetas se retiran por los motivos mas variados que se pueda imaginar.
A saber.
Un protagonista se destaca y a través de su accionar el nombre de la institución se hace popular.
Bate una marca récord.
Acepta vestir esa camiseta, que no es la del club de su afecto, y le da la mayor alegría de su historia.
Su nombre se antepone al del club entre la gente que los nombra.
La ciudad donde nació y se formó es citada cuando el respaldo popular lo consagra.
Es ejemplo en todas sus acciones. En todas.
Se lo reconoce por ser el que mas veces lució la camiseta de Argentina en las categorías formativas, siendo Capitán siempre.
Donde llega es motivo de la demostración de afecto reservada a los grandes en serio.
Las generaciones nuevas que no lo vieron jugar, ni han compartido un café con el destacado, ven en esto de retirar la camiseta una proyección que los hace sentir como un amigo de toda la vida.
Ocasionales administradores de balances económicos, pero no de éxitos deportivos; ven la posibilidad de salir en una foto como las que tienen orgullosos los que festejaron logros eternos.
Le reconocen que cuando aceptó involucrarse en la gestión pública, tuvo un desempeño igual al de su carrera deportiva. O mejor.
Siempre vuelve a su ciudad. Siempre.
Se disputan la idea del retiro de su camiseta.
Comparte sus conocimientos con quien sea, a la hora que sea, en el lugar que sea. Un docente.
Es amigo de sus amigos con una lealtad de las que no abundan hoy.
Agradecido de sus mayores, de sus formadores.
En cada podio internacional siempre dedicó lo obtenido a su ciudad.
Hasta el último dia de la vida su lema será «En el momento difícil dámela.Dámela a mi».
Tres generaciones lo disfrutaron y se lo transmitieron a los mas chicos.
Se compromete para la mejora del deporte en su ciudad y región.
Su teléfono está disponible para todos.
Aspirantes a políticos ven esta posibilidad y, a su lado en la foto, suponen que los aplausos serán para ellos.
Aficionados que sueñan siempre son su foto y cariño, saben que tendrán eso y más.
Al que lo suceda con esa camiseta, se le evita la comparación innegable y veces traumática.
Por estas y otras razones mas, se retiran las camisetas.
La número ocho de Gabriel Cocha ya no la usará mas nadie en el equipo que él llevó al campeonato.
Por el motivo que fuera este acto ya tiene proyección eterna. Como su carrera. Como su vida.
