La deslumbrante sala estuvo desaparecida durante casi 80 años y ahora creen haberla hallado en un crucero de guerra nazi hundido durante la Segunda Guerra Mundial.
Según escribe Radio Mitre la Cámara de Ámbar fue considerada como la octava maravilla del mundo por su lujosa belleza y majestuosidad. La sala, realizada con paneles de este material y matizada con panes de oro, piedras preciosas y fastuosos espejos, se encontraba en el palacio de Catalina, en la villa de los Zares, cerca de San Petersburgo, en Rusia.
Sin embargo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial su paradero se convirtió en un misterio. La teoría más fuerte sobre lo que pasó con la habitación indica que fue desmontada por los nazis para transportarla a la ciudad de Königsberg.
Ahora, la aparición del Karlsruhe, un crucero de guerra nazi torpedeado y hundido durante la Segunda Guerra Mundial, reavivó dicha teoría.
En septiembre del año pasado, un equipo de buzos especializados halló los restos del barco en las profundidades del mar Báltico, al norte del pueblo polaco de Utska.
Allí se encontraron, entre otras cosas, un conjunto de cajas, que, especularon, podrían contener los paneles de la que fue llamada octava maravilla del mundo.
“Todo esto estimula la imaginación. Encontrar el barco alemán y las cajas con contenido aún desconocido descansando en el fondo del mar Báltico puede ser significativo para toda la historia”, aseguró entonces Tomasz Zwara, uno de los buzos del grupo Baltictech, que participaron de la operación.
LA CÁMARA DE ÁMBAR
Diseñada en 1701 por el escultor barroco Andreas Schülter, esta obra de alrededor de 55 metros cuadrados, estaba hecha con aproximadamente 6 toneladas de ámbar y muchísimas piedras semipreciosas. Los expertos estiman que actualmente cuesta alrededor de 176.000.000 dólares.
