Pese a las presiones de la Casa Rosada, el interbloque que preside Pichetto ratificó que acompañará mayoritariamente la iniciativa aprobada en Diputados, que ya tenía el respaldo del FpV-PJ y otros bloques más pequeños.
Las negociaciones y la fuerte presión de la Casa Rosada sobre gobernadores y senadores no alcanzó. El mensaje de Mauricio Macri, por segundo día consecutivo, reclamándole al peronismo que no apruebe el proyecto que frena el tarifazo tampoco fue suficiente.
El interbloque Argentina Federal, encabezado por Miguel Pichetto, se reunió ayer y adelantó que “mayoritariamente” acompañarán la media sanción de la Cámara de Diputados, que ya contaba con el respaldo del Frente para la Victoria-PJ y otros bloques más pequeños. De esta manera quedó prácticamente garantizada la aprobación de la ley, por lo que el Presidente tendría que recurrir al veto para mantener vigente el tarifazo. La sesión de la Cámara alta está convocada para hoy a las 14 y se prevé que se extienda hasta entrada la noche.
Durante las últimas dos semanas, y sobretodo, durante los últimos días, el Gobierno intentó dividir al peronismo para impedir la sanción del proyecto elaborado por el Frente Renovador y el Bloque Justicialista en la Cámara de Diputados. El encargado de las negociaciones fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien ayer se reunió por la mañana con Pichetto. Le planteó la opción de rebajar el IVA en las facturas de servicios públicos de hogares residenciales y de pymes.
No representaba una novedad, era el dictamen que a último momento habían firmado los senadores de Cambiemos durante la reunión de comisión de la semana pasada. A esa idea le agregó la posibilidad de transferir las empresas distribuidoras de energía, Edenor y Edesur, a la jurisdicción de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Esta oferta excluía a Aysa, que un proyecto de los senadores peronistas Carlos Caserio (Córdoba), Omar Perotti (Santa Fe) y Carlos “Camau” Espínola (Corrientes) sí contemplaba.
Pichetto lo consultó más tarde con los miembros del interbloque Argentina Federal y decidieron mantener el respaldo a la media sanción. Incluso tres de los cuatro senadores que habían firmado el dictamen en disidencia adelantaron que igualmente votarán favor en general. Se trata de Guillermo Snopek (Jujuy), Dalmacio Mera (Catamarca) y Espínola. El salteño Rodolfo Urtubey será el único de los 24 que no acompañará, en línea con la posición de su hermano, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Mientras tanto, ayer Macri recibió en Casa Rosada a los senadores de otro sector peronista, más cercano al oficialismo. Asistieron Juan Carlos Romero, Carlos Reutemann, María Fiore Viñuales, Lucila Crexell y Guillermo Pereyra. Este último se había pronunciado a favor del proyecto de Diputados pero en ahora anunció que votará en contra. De ese encuentro también participaron Frigerio y los senadores macristas Federico Pinedo y Humberto Schiavoni.
Además de la reunión, Macri grabó y difundió ayer al mediodía otro mensaje en el que le pidió a “los senadores y gobernadores peronistas sean responsables con el futuro de los argentinos y no voten una ley inconstitucional”. El Presidente la definió como una “ley mágica” que puede “sonar bien” pero que no resuelve “el agujero fiscal” que supuestamente provocaría. Esta vez evitó pedirle a los senadores que no se dejen conducir por “las locuras de Cristina Fernández”, como había hecho el lunes.
Aquel mensaje en el que propuso el ahorro energético mediante la compra de lámparas de LED, cayó mal entre los opositores. En éste último video bajó un poco el tono de confrontación. Lo mismo hizo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que apeló a su discurso dialoguista. “Aspiramos a que se pueda lograr algo en el marco de la racionalidad como tantas otras veces se ha conseguido con el propio Senado, y hasta último momento vamos a apostar a ese camino de diálogo”, afirmó Peña al salir por la mañana de la reunión de Gabinete.
Desde el kirchnerismo, el neuquino Marcelo Fuentes afirmó que el freno a las tarifas será “un mensaje político muy fuerte que el Congreso argentino le ponga un límite a esa pretensión desmedida tarifaria, lo cual es un mensaje también hacia el FMI”. “Si no pasan las tarifas es evidente que el Gobierno no va a tener acompañamiento en el resto de los ajustes que van a tratar de imponer, tanto en materia laboral como previsional”, agregó, anticipándose a otros debates como la ley de Presupuesto Nacional.
Si bien los números se terminarán de definir al momento de votar, el escenario hasta anoche indicaba que alrededor de 40 senadores aprobarán la medida que declara la “emergencia tarifaria” retrotrae los aumentos a noviembre de 2017 y prohíbe que las actualizaciones superen el índice de variación salarial hasta el 31 de diciembre de 2019.
El oficialismo contaría con una base de 25 senadores para el rechazo, a los que se suman los 5 del interbloque federal y Urtubey. En Casa Rosada reconocían que era “muy difícil” poder revertir la situación.