La masa de ingresos fijos de la población, un consolidado que incluye los salarios laborales (formales e informales), las jubilaciones y pensiones y los pagos a beneficiarios de todo tipo de asistencia social, caerá 14% en 2023 con respecto a 2022 en la medición promedio anual.
La proyección realizada por las economistas Laura Caullo y Azul Chincarini para la Fundación Mediterránea, suponiendo que se mantenga la trayectoria actual de la inflación hasta fin de año, significaría un recorte histórico e inédito si se consideran los últimos 20 años.
Según ese cálculo, la masa total de ingresos pasaría de $93 billones el año anterior, a otro de apenas $80 billones este año -en términos reales-, a pesar de que “las tasas de empleo se ubiquen por encima del 44% y de las medidas coyunturales para proteger los ingresos de la población (bonos a trabajadores y jubilados, refuerzos en programas sociales, devolución del IVA, entre otras)”, destacan las autoras sobre el fenómeno cada vez más universalizado de trabajadores pobres.
Esto es porque “la caída de la masa total de ingresos no se explica tanto por el número de personas contabilizadas, sino por los ingresos promedio en términos reales”, aclaran.
El total de recursos reales vinculados a los ingresos regresaría de este modo a los niveles que mostraba en 2007 y 2008, es decir, al menos 15 o 16 años atrás (si se los mide en dólares), “pero con importantes cambios en la composición, ya que las jubilaciones y la asistencia social tenían una menor participación”.
“La constante erosión de los saldos monetarios vinculados a los ingresos reales de la población con niveles de inflación interanual por encima del 160%, es estrepitosa”, remarcan.
La reducción del 14% prevista en los ingresos es liderada por los componentes relacionados con el mercado laboral, lo que pone a los salarios como los mayores perdedores en la carrera contra la inflación.
“La masa de salarios del sector público y privado formal tuvo un descenso en términos reales de un 16% y un 15% respectivamente; mientras el resto del sector privado, cayó un 17%. Por su parte, la masa en jubilaciones se redujo un 8%. La menor caída (2%) fue presentada por el componente de asignaciones sociales, donde se incluyen los principales programas como son la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y el Potenciar Trabajo, las becas progresar y otros programas de promoción y asistencia social”, detallaron.
Además, aclararon que las estimaciones incluyen “todos los beneficios otorgados en estos últimos meses a los trabajadores (bonos, devolución del 21% sobre compras relacionadas con la canasta básica alimentaria, la exención del componente tributario a monotributistas, y del pago del impuesto a las ganancias a un conjunto de trabajadores asalariados con salarios inferiores a 15 salarios mínimos) y a los beneficiarios de planes sociales (refuerzos a la AUH, Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo y bonos a jubilados)”.
En relación con los ingresos específicos de cada grupo, al cierre de año se esperan “caídas entre el 20% y el 17% en términos reales en los salarios y en los ingresos del sector informal o independiente; del 17% en AUH y haber mínimo y un 13% en el haber medio previsional considerando una última actualización en diciembre que sería afectada por el tope que se aplica al índice mediante el que se la calcula”.
El informe detecta además cambios significativos en la última década en el consolidado total de los ingresos. “Cedió terreno la participación de los ingresos de trabajadores privados, pasando de un 38,5% en 2011 a un 33,8% en 2023, pero el sector público pasó al 23% del total, con un incremento de 2,6 puntos porcentuales desde 2011″, explican.
A su vez, ”las jubilaciones también aumentaron su participación en 2,9 puntos porcentuales, pasando del 11,2% en 2011 a un 14,1% en 2023; mientras que las asignaciones sociales pasaron a representar casi un 5% de la masa de ingresos, con un incremento de 3,1 puntos porcentuales desde 2011″.
Al analizar los datos por provincias, observaron que entre junio de 2015 y junio de 2023 hay variaciones negativas de los salarios públicos, que van desde el 41,7% para el caso de Tucumán al 7,6% en Entre Ríos; mientras que para los privados van del 28,8% (Neuquén) al 0,7% (Santa Cruz).