La bronca de una comerciante que sufrió dos robos en un mes: “Estoy por cerrar el negocio”

Hace apenas algunas semanas la víctima había sido noticia cuando les tiró agua caliente a los ladrones. “Entro en pánico con cualquier persona que ingresa al local”, afirmó.

miércoles 18/09/2024 - 21:45
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Hace menos de un mes Alejandra fue noticia por su accionar luego de que dos delincuentes entraron a robarle a su negocio. La mujer les tiró agua caliente para echarlos y consiguió que no se lleven nada. Sin embargo, los violentos episodios continuaron y en los últimos días volvió a ser víctima de la inseguridad cuando una mujer ingresó al local para asaltarla. Cansada de estas situaciones, finalmente la víctima anunció que va a cerrar su emprendimiento porque tiene miedo.

El segundo robo ocurrió en los últimos días en el pet shop ubicado en la calle Tres de Febrero al 3100 de la localidad bonaerense de Caseros. Allí una mujer entró, consultó por unos productos y luego atacó. “Se acercó a donde están los chalequitos para mascotas y me pidió plata. Empezó a patearme y me dijo ‘dame todo’”, contó Alejandra en diálogo con Arriba Argentinos (eltrece).

La secuencia quedó registrada por la cámara de seguridad que se encuentra dentro del local. En la misma se alcanza a observar como la dueña del comercio rápidamente comenzó a los gritos y en medio de golpes logró echar a la ladrona. Sin embargo, no era la primera vez que se defendía de un robo.

El primer asalto fue el 23 de agosto cuando dos hombres ingresaron al local, le exigieron el dinero de la caja y ella los echó tirándoles agua caliente de un termo.

“Ahora está mi cuñado reemplazándome porque estoy por dar de baja todo para cerrar el negocio, porque ya no se puede, cualquier persona que llega ya entro en pánico. Mandé a hacer el cartel para el negocio y lo tuve que suspender, no se puede atender así”, lamentó Alejandra.

Además, dijo que las autoridades locales, entre ellos el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, le habían prometido poner más cámaras de seguridad y patrulleros en el lugar, pero eso nunca llegó. “Es una zona muy peligrosa porque pasan chicas solas y ya les roban el celular. No nos cuida nadie”, cuestionó.

Sobre su futuro laboral, dijo que hasta el momento no sabe a qué se va a dedicar, pero que “es más fuerte el miedo y la inseguridad”. “Tengo que dar de baja todo y ver cómo lo soluciono para cerrar. Alquilamos el local y nos tenemos que ir antes de tiempo, pero nos cuesta mucho comprar cosas para que venga alguien y nos asuste de esta manera”, completó.

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