El capitán argentino, junto con Lionel Scaloni, participaron de una charla en el campo de juego en la que también estaban Neymar y Tité, entre otros. El partido fue suspendido
Este domingo el superclásico de las Américas vivió uno de los episodios más escandalosos de su historia después de que el partido que la Argentina y Brasil estaban disputando en San Pablo por las Eliminatorias quedara suspendido cuando se habían disputado apenas seis minutos. Fueron las autoridades sanitarias locales las que irrumpieron en el terreno de juego para indicar que había tres jugadores de la Albiceleste que no podían estar en la cancha debido a una decisión del gobierno.
Después de que un hombre con una papeleta en el bolsillo trasero de su jean informara que los futbolistas de la delegación argentina estaban incumpliendo con los protocolos de San Pablo, el conjunto de Lionel Scaloni se marchó del terreno rumbo a los vestuarios. Pocos minutos después, el capitán del equipo y el entrenador regresaron al césped para hablar con los jugadores brasileños.
Allí, la transmisión de TyC Sports capturó la charla que mantuvieron Messi, Scaloni, Casemiro, Neymar, Tité y un hombre que formó parte del grupo de personas enviados por las autoridades sanitarias para llevarse a los futbolistas argentinos que juegan en la Premier League. En la charla que parecía amistosa pero que marcaba dos puntos de vista claramente opuestos por lo sucedido, este sujeto indicaba que la delegación albiceleste había obrado de mala manera: “Lo hicieron de una manera equivocada. Se le avisó antes que los jugadores”.
Este hombre se refería a que este domingo más temprano, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) comunicó que Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía, habían mentido en su declaración jurada al ingresar al país y por lo tanto debían ser puestos en cuarentena o ser deportados de inmediato. Fue entonces que agentes de la Policía Federal se apersonaron al hotel para llevarse a estos jugadores que disputan la Premier League de Inglaterra.
Pero, el equipo argentino con el aval de la Conmebol y de la FIFA, desoyó a las autoridades y se presentó a disputar el duelo. Por eso enfureció Lionel Messi: ”Hace cuatro días que estamos acá. Nosotros llegamos acá.., intentó explicar antes de ser interrumpido en ese diálogo. Pero luego continuó: “Hace tres días que estamos acá y estaban esperando que empezara el partido para venir. ¿Por qué no avisaron antes? si no pasaba nada, hubiesen avisado, hubiesen venido”, insistió.
El delantero se mostró indignado porque el conjunto de Scaloni llegó a San Pablo el viernes, después de haberle ganado a Venezuela, y recién hoy fueron notificados por la Anvisa del conflicto en sus declaraciones juradas. Fue justamente por eso que el propio entrenador también se manifestó molesto: “¿Por qué no fueron a buscaron al hotel si están fuera de regla?. Hace tres días que estamos acá”.
Lo cierto es que el árbitro venezolano Jesús Valenzuela suspendió el partido tras la irrupción de los inspectores de sanidad, y ahora serán la FIFA la que decida cómo continuará el juego. La propia Conmebol ya emitió un comunicado al respecto:“Por decisión del árbitro del partido, el encuentro organizado por FIFA entre Brasil y Argentina por las Eliminatorias para la Copa del Mundo queda suspendido. El árbitro y el comisario del partido elevarán un informe a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual determinará los pasos a seguir. Estos procedimientos se ciñen estrictamente a las reglamentaciones vigentes. Las Eliminatorias para la Copa del Mundo es una competición de la FIFA. Todas las decisiones que atañen a su organización y desarrollo son potestad exclusiva de esa institución”.
Mientras tanto, la Argentina se enfoca para lo que será el duelo del jueves contra Bolivia en el Monumental por la fecha 10 de las Eliminatorias Sudamericanas. Por su parte, Brasil, líder de la tabla, hará lo propio ante Perú.