Este domingo 26 de enero, Boca recibirá al “Rojo” por la 17va fecha de la Superliga, que lo tiene como protagonista del torneo a un punto de los líderes River y Argentinos. Para la reanudación de la competencia oficial, el Alberto J. Armando lucirá diferente al último partido disputado allí durante el 2019.
Desde el inicio del gobierno de la nueva dirigencia en el Xeneize, los cambios son moneda corriente. Más aún, los que se verán reflejados a partir del 26 de enero en la mismísima Bombonera.
Es que desde la cúpula del club, decidieron sacar el acrílico que separaba a los hinchas que se ubican en la Platea L del campo de juego, mejorando exponencialmente la vista del espectáculo.
El acrílico estuvo varias veces en el centro de la polémica debido a que, cuando no se encontraba limpio, la visión del juego se le complicaba mucho a aquellos que poseen su ubicación en las filas inferiores, más cercanas al campo de juego.
Esta modificación llegó para cambiar eso, y darle un aire muy diferente al de los estadios “comunes” del futbol argentino. La hinchada Xeneize y el campo de juego estará separado por una fosa de 70cm de profundidad, donde se ubicarán agentes de seguridad privada que buscarán impedir el ingreso de la gente al verde césped, si es que a algún “loco” se le ocurre hacerlo.