Luego de un día histórico por la caída de los mercados en el mundo como no ocurría desde la década de los ’90, el dato relevante en términos locales fue que el Merval cayó 16,5% en dólares. En tanto, desde Estados Unidos advirtieron que este impacto en la guerra de precios por el barril del petróleo consolidó la recesión que era inminente en el país del norte, atentando contra el proyecto de reelección de Donald Trump, quien ahora pisará el acelerador a fondo para que la Reserva Federal baje la tasa a 0%.
Estaba previsto. Ayer ocurrió lo que estaban esperando periodistas, economistas, analistas financieros, operadores de bolsa y todo aquel que sigue el minuto a minuto de las finanzas.
También ocurrió algo que iba a llegar más tarde o más temprano: la economía estadounidense entró en recesión y, con la economía china funcionando al 20% de su capacidad instalada, el mundo terminó de profundizar la caída de la actividad, algo que se estaba amortiguando con un acuerdo de precios del barril de crudo entre la OPEP y Rusia. Eso también estaba pendiendo de un hilo y un día se cortó.
En medio de un lunes tristemente histórico por la caída de Wall Street del 8% y el derrumbe del petróleo un 24%, la Argentina dio la nota: su Bolsa fue la que más cayó en todo el mundo -16,4% en dólares- y el riesgo país se disparó un 15%, a 2.794 puntos básicos.
En este contexto, cayeron todas las monedas emergentes y el BCRA se vio obligado a intervenir con más de US$100 millones para evitar un salto del tipo de cambio.
“Se ha disparado una ola de ventas de activos financieros, creo que estamos ante un movimiento comparable a lo ocurrido en 2008-2009 e incluso más exagerado, porque partimos desde los valores históricos más altos. Si observamos el Price Earning (ratio precio-beneficio) de las cotizantes norteamericanas nos da un promedio de 25. Ese ratio es altísimo y se condice solamente con un período de tasas cero”, puntualizó José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline, a Infobae.
Brasil, por su parte, hizo lo propio en el mercado de divisas con US$3.000 millones para evitar el desplome del real contra la moneda estadounidense. Si bien logró estabilizarlo en estabilizarlo en 4,80 por dólar, el real lleva devaluando un 15% en lo que va del 2020. Según Bloomberg, el real es la moneda con peor desempeño este año en el mundo.
Dicha agencia internacional especializada en finanzas alertó que la recesión en USA terminó de consolidarse esta semana. «Digámoslo: la expansión económica más larga en la historia de los Estados Unidos ya habría terminado, asesinada por Covid-19», comenzó.
En un repaso excepcional por las estadísticas de la historia reciente del país, Bloomberg profundizó: «Puede parecer una locura hablar de una recesión cuando hay muchos empleos. Hoy, la Oficina de Estadísticas Laborales anunció una disminución en la tasa de desempleo de febrero al 3.5%, un mínimo de 50 años.
Pero una recesión no es cuando las cosas están mal. Es cuando no son tan buenos como en la cima. (Por el contrario, una «expansión» comienza cuando la economía toca fondo y comienza de nuevo).
Una nueva investigación de State Street Associates y el Massachusetts Institute of Technology indica que la economía de EE. UU. era vulnerable a una recesión incluso antes de que Covid-19 atacara. En enero, la posibilidad de recesión en los próximos seis meses fue de aproximadamente el 70%, a pesar de que el mercado de valores subió aproximadamente un 22% respecto al año anterior, dice.
La fuerte caída del mercado de valores desde enero perjudica el crecimiento al hacer que los hogares se sientan más pobres y las empresas más pesimistas. La posibilidad de una recesión con los precios de las acciones en donde se encontraban esta semana es de alrededor del 75%, según Will Kinlaw, director general senior y jefe de State Street Associates, con sede en Cambridge, Massachusetts, la unidad de investigación del gigante financiero State Street Corp. Si las acciones abandonan todas sus ganancias en los últimos 12 meses, dice Kinlaw, la probabilidad de una recesión crecerá al 80%.
Covid-19 golpeó una economía que era menos robusta de lo que podría parecer. El empleo en la nómina no agrícola aumentó un 1,4% en enero respecto al año anterior, lo cual está bien. Pero la producción industrial cayó un 0,8% en enero respecto al año anterior. Y la curva de rendimiento del Tesoro estuvo peligrosamente cerca de la inversión en enero. (La inversión de la curva de rendimiento, en la cual las tasas de interés a largo plazo son más bajas que las de corto plazo, es un fuerte indicador de recesión).
El único indicador fuerte en enero fue el mercado de valores, y ahora, gracias al coronavirus, ese indicador también parpadea en rojo».