A partir de la sanción de la norma por 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones del Frente de Izquierda, la manera de votar en la República Argentina cambiará a partir del próximo año, cuando se lleven adelante las elecciones de medio término de la presidencia de Javier Milei. LaBoleta Única de Papel desplazará a la tradicional boleta partidaria con la que se votó en estos últimos 41 años de recuperación democrática.
“Es excelente, es un paso adelante en la democracia de nuestro país. Ojalá se implemente en todas las provincias”, dijo Martín Menem, presidente de la Cámara Baja.
La Boleta Única ya se implementa en las provincias de Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Salta. Próximamente, se sancionará una ley en la provincia de Entre Ríos, como adelantó el diputado radical Atilio Benedetti.
De todos los lugares que ya la utilizan, los diputados tomaron y analizaron los antecedentes de ejecución a la hora de sancionar el proyecto y terminaron inclinándose por el sistema de Mendoza.
La votación en Diputados dejó en claro que no habrá casillero para votar la boleta completa, una solicitud que plantearon los partidos provinciales en el Senado. A pesar de varias discusiones, lograron asegurarse el compromiso de la mayoría en la reunión de Labor Parlamentaria de este martes.
El diputado Agustín Domingo, de Juntos Somos Río Negro, la fuerza política provincial que lidera el gobernador Alberto Weretilneck, fue quien logró en el Senado, por medio de la legisladora Mónica Silva, destrabar y posibilitar la sanción del proyecto, que luego llegó a Diputados para la nueva revisión y la sanción definitiva. ”Esto le va a permitir al elector tener un voto más pensado, eligiendo por separado y evitando el arrastre”, dijo Domingo.
El punto 10 del artículo 62 del Código Electoral fue la modificación solicitada por las fuerzas provinciales en la Cámara Alta: “No contendrá casillero en blanco para votar por lista completa”. Y fue uno de los puntos que más se discutió en Diputados.
Pero desde la UCR, que firmó el dictamen de mayoría en disidencia, la diputada Karina Banfi ya adelantó que plantearán cambios a la norma sancionada. “Hoy después de tantos años, habiendo sostenido sin dudas ese acuerdo entre todos los sectores que estuvimos involucrados en esa votación (en 2022), vamos a poder sostener por sobre todas las cosas el valor importante que tiene la institución del sufragio. Hacerlo fuerte, con herramientas actualizadas y que se vayan acomodando a los tiempos y a la época”, sostuvo.
“Muchos diputados igualmente nos quedamos con un sinsabor. No conseguimos que se haya incluido el casillero de lista completa. Que se lo debemos principalmente a los electores. Nosotros no estamos cambiando el sistema electoral argentino, sino que incorporamos una herramienta más actualizada y novedosa, acorde a lo que hoy necesita y demanda la sociedad. Hoy, con el sistema obsoleto, incluso el elector tiene la posibilidad de elegir a partir de sus afinidades políticas o los frentes en que participa. Estamos cambiando solo la herramienta y esa herramienta debe tener la máxima expresión del electorado. Por eso cuando se promulgue esta ley vamos a presentar un proyecto para incorporar el casillero de la lista completa”, agregó.
El diputado Eduardo Valdés, Unión por la Patria, dio su voto de rechazo señaló: “El sistema electoral actual funciona. No hay denuncias serias de fraude desde 1983 a la fecha. Nosotros nunca denunciamos fraude, nos bancamos los resultados electorales como corresponde. Incluso cuando (Daniel) Scioli perdió con (Mauricio) Macri por una mínima diferencia. El presidente con mejor imagen después de su paso por el gobierno, Néstor Kirchner, perdió las elecciones en 2009 contra (Francisco) De Narváez, un producto televisivo, AlikaAlikate. ¿Dónde está hoy? La boleta partidaria es uno de los mejores sistemas que hay, y no lo digo yo. Lo dice por ejemplo (el exdiputado) Jesús Rodríguez, dirigente radical histórico, que mostró el ranking de The Economist de calidad democrática. Encabezan Noruega, Finlandia, Uruguay, España, Suecia. Todos con boleta partidaria, el mismo sistema de Argentina que hoy quieren cambiar. Lo que funciona bien lo estamos queriendo cambiar por una tilinguería. Esto no es una demanda ciudadana, como sí lo son las jubilaciones dignas, los salarios, la educación pública”.
Además, con la sanción, se estableció que las elecciones PASO se adelantarían al primer domingo de agosto y, con ello, se correrían otros plazos del cronograma electoral, como el inicio de la campaña, que comenzará 60 días antes y no 50, como sucede actualmente, en pos de adecuar los tiempos para la impresión de la Boleta Única. Además, se tomó el modelo de boleta que se utiliza en Mendoza en vez del de la provincia de Córdoba.
Se modificó el artículo 60 del Código Electoral Nacional y se establece: “Registro de los candidatos y pedido de oficialización de listas. Desde la proclamación de los candidatos en las elecciones primarias y hasta 60 días anteriores a la elección, los partidos registrarán ante el juez federal con competencia electoral las listas de los candidatos proclamados, quienes deberán reunir las condiciones propias del cargo para el cual se postulan y no estar comprendidos en alguna de las inhabilidades legales”.
El artículo 62 refiere: “La Boleta Única incluirá todas las categorías para las que se realiza la elección, claramente distinguidas. Estará dividida en espacios, franjas o filas horizontales para cada una de las categorías de cargos electivos y en espacios, franjas o columnas verticales para cada agrupación política que cuente con listas oficializadas de personas propuestas para ocupar los cargos públicos electivos. Los espacios, franjas o columnas verticales se distribuirán homogéneamente entre las distintas listas, e identificarán con claridad el nombre de la agrupación política, el logo, símbolo y número de la lista en las candidaturas de presidente y vicepresidente, los nombres y fotos de los candidatos. Lo mismo para las elecciones de senador nacional, pero para el caso de la lista de diputados nacionales, deberá contener como mínimo los nombres y apellidos de los cinco primeros candidatos”.
La ley establece que cada Junta Electoral Nacional adaptará dicho modelo y diseñará la Boleta Única de acuerdo con la oferta electoral de su distrito. En tanto, el Poder Ejecutivo establecerá las medidas máximas y mínimas que podrá tener la BUP, así como también aquellas pautas técnicas y materiales que resulten necesarias para su implementación.
El Pro planteó por medio de la diputada María Florencia de Sensi: “Este es un proyecto que viene presentando nuestro partido desde hace 17 años, con mucho esfuerzo y valentía. Dos décadas después, podemos hacer este cambio tan importante para nuestra patria. Dejemos atrás un modelo pobrista y oportunista. Que hoy la Boleta Única sea aprobada no es resultado de un trabajo de un solo bloque, es el fruto del esfuerzo de muchos legisladores de muchos bloques que entendieron y trabajaron por este desafío, en respuesta a un reclamo de la sociedad en su conjunto. A pesar del esfuerzo del kirchnerismo de bloquear cualquier tipo de mejora en la democracia”.
Mientras que Cristian Ritondo, titular del bloque Pro, desde las redes sociales, posteó: “Boleta Única es una de las banderas que levantamos desde los inicios del Pro. Es una enorme satisfacción ver que el trabajo de tantos años tenga resultado. ¡Siempre Pro!”.
El Frente de Izquierda, el diputado Christian Castillo expresó: “La BUP esconde una discusión hipócrita ya que lo más antidemocrático del sistema electoral está en el financiamiento”, y adelantó la abstención del interbloque.
La primera sanción de Diputados fue el 8 de junio de 2022, en momentos de la presidencia de Alberto Fernández y la por entonces oposición impuso su mayoría y logró la sanción del proyecto que luego permaneció inactivo en la Cámara de Senadores, presidida en ese momento por la exvicepresidenta Cristina Kirchner. En esa sesión, los exdiputados Javier Milei y Victoria Villarruel votaron a favor. Dos años después, en el pasado mes de setiembre, el Senado logro destrabar el debate y aprobar el proyecto, ratificado también por la Cámara de Diputados.