La austeridad marcó la diferencia entre lo institucional y lo político

Mientras todos los condimentos del fol-clore militante se reflejaban en su máxima expresión afuera del Socios Fundadores, una parsimoniosa austeridad fue la constante desde el arribo presidencial al aeropuerto Mosconi hasta la llegada de la…

domingo 13/03/2011 - 13:29
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Mientras todos los condimentos del fol-clore militante se reflejaban en su máxima expresión afuera del Socios Fundadores, una parsimoniosa austeridad fue la constante desde el arribo presidencial al aeropuerto Mosconi hasta la llegada de la comitiva al casco céntrico.

Como preludio del arribo de Cristina Fernández de Kirchner, casi tres horas antes, a las 15:30, tocó la pista patagónica el Tango 03, de menor porte que la nave presidencial. Esta avanzada transportaba al personal de protocolo y ceremonial de Nación.

Grupos reducidos de personal de seguridad custodiaban los ingresos, internos y externos de la sala vip de la terminal aérea, donde absolutamente nadie pudo ingresar sin acreditación previa. Los primeros en llegar para los saludos de rigor fueron el intendente Martín Buzzi y el vice, Sergio Bohe, acompañados de sus respectivas esposas.

Afuera quedó parte del gabinete municipal: los secretarios de Descentralización y Desarrollo Humano, Hugo Plunkett y Rosa González; el titular del área de proyectos específicos, Ricardo Trovant y el concejal Guillermo Almirón, mientras hacían su ingreso el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, y su par de Entre Ríos, Sergio Uribarri.

Minutos después de las 17:30 ingresó a la sala reservada la fórmula de candidatos del Frente para la Victoria a la Gobernación chubutense, es decir Carlos Eliceche y Javier Touriñan junto a la dupla de candidatos para la intendencia de Comodoro Rivadavia, compuesta por Néstor Di Pierro y Carlos Linares. Ese grupo compartió el recinto con sus antagonistas políticos durante una media hora, lapso en que cualquier cronista hubiera dejado la piel para poder presenciar ese encuentro.

Sin embargo, el periodismo sólo tuvo acceso a la sala de pre embarque del primer piso de la estación aérea, desde donde sólo pudo verse con nitidez que el Tango 01 aterrizó a las 18:06, y pasó frente a los cristales del sector para detenerse unos 200 metros a la izquierda, ubicándose muy cerca de un helicóptero de Prefectura que por un momento llevó a pensar que el traslado de la comitiva presidencial hasta las cercanías del gimnasio Socios Fundadores podría efectuarse  por vía aérea.

Sin embargo, a las 18:13 Cristina comenzó el descenso hacia la pista, seguida del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, el senador Marcelo Guinle, el ministro de Economía Armando Boudou y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, entre otros.

En tierra, la primera mandataria fue recibida por la guardia de honor de la Guarnición Aérea, mientras un segundo helicóptero, esta vez de Gendarmería, sobrevolaba inspeccionando el espacio como lo haría a lo largo de todo el desplazamiento presidencial.

Tras los saludos protocolares al pie del avión, a las 18:20 la Presidente dejó el aeropuerto ubicada en el asiento del acompañante del utilitario que la transportó hasta el escenario del acto, al que seguido de una decena de vehículos de la comitiva, arribó a las 18:33.

Ni caravana ni banderas

En el recorrido previo, Cristina tuvo posibilidad de saludar a través de los cristales a pequeños grupos de carácter netamente familiar que se habían autoconvocado sobre la ruta 39, metros antes de la curva de acceso al aeropuerto, para desearle “Fuerza Cristina” a través de caseros carteles de birome y cartón.

Luego a lo largo de toda la ruta 3, Yrigoyen y Belgrano, trayecto hacia el Socios Fundadores, pequeños grupos mixtos entre Gendarmería Nacional y Policía del Chubut se ubicaron estratégicamente en cada uno de los cruces y puentes peatonales para las tareas de control, en la que persistían aún después de que pasara la comitiva, encabezada por motoristas de tránsito municipal.

Mas allá de los bocinazos con que los automovilistas saludaban la caravana oficial, no hubo banderías ni pancartas en las calles, a excepción de la de los ex ypefianos, que instalados allí desde las 16:30 en el monumento al Carrero Patagónico hicieron silenciosa presencia para recordar su reclamo.

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