La Cancillería repudió formalmente el arribo de la fragata HMS Montrose a las aguas del Atántico Sur por un período de seis meses para garantizar “una presencia tranquilizadora” y “defender los intereses británicos”, según declaró el capitán de la embarcación inglesa
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores reiteró el rechazo del Gobierno a la presencia militar británica en “territorios y espacios marítimos argentinos del Atlántico Sur”.
“Esta presencia que se ha transformado en una verdadera fortaleza militar en el área, resulta una afrenta no sólo para la Argentina sino que también para la región toda, tal como expresamente lo manifestara la Unión de Naciones de América del Sur al considerar que dicha presencia militar es contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia sobre la cuestión de las Islas Malvinas, de conformidad con los llamamientos de la comunidad internacional”, resaltó la el Poder Ejecutivo.
La cartera que conduce Héctor Timerman analizó que resulta “anacrónico y contrario a derecho” que se pretenda reforzar la presencia militar en la zona para garantizar que continúe la explotación de los recursos renovables y no renovables en espacios argentinos que están ilegítimamente ocupados y que son objeto de una disputa de soberanía reconocida por la Organización de las Naciones Unidas.
“La voluntad pacífica dela República Argentina está ampliamente demostrada a través de múltiples declaraciones y, en particular, de su Constitución Nacional que la compele a alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes”, continuó.
El Gobierno aprovechó la ocasión para invitar a Gran Bretaña a responder el mandato dela ONU y reanudar las negociaciones para alcanzar una solución definitiva en torno a la disputa de soberanía.