El supermercado La Anónima tiene más de 100 años, 163 sucursales y su base de operaciones está en el sur. Se trata de la cuarta cadena a nivel nacional y pertenece a la familia Braun, que acaba de atravesar un terrible 2018: entre julio y septiembre, a raíz de la caída del consumo y la suba de costos tuvo una pérdida de $102 millones. Perdió así en 3 meses casi lo mismo que en un año. La cadena no cerraba un balance negativo desde la crisis de 2001/2002. Pero no es la única afectada. Con Carrefour como caso emblemático, Dia, Coto, WalMart y el grupo chileno Cencosud también tienen sus penas.
La retracción en el consumo junto al incremento de los costos está complicando la operatoria del supermercado La Anónima, lo cual se ve reflejado en pérdidas millonarias. En el trimestre que va de julio a septiembre perdió poco más de $102 millones, prácticamente el mismo resultado negativo que obtuvo en los 12 meses anteriores, que fue de $120 millones.
La empresa no cerraba un balance negativo desde 2001/02 y aunque en los últimos meses concretó inversiones para potenciar su negocio orientado a la exportación de carne incluso es uno de los mayores beneficiados de la Cuota Hilton- el grueso de sus ingresos dependen de las ventas en el mercado local y el panorama claramente no es muy alentador.
La Anónima cuenta con una trayectoria de más de 100 años y tiene 163 sucursales, ocupa el cuarto lugar en ventas en el segmento supermercados a nivel nacional y su base de operaciones está en el sur, aunque también tiene sucursales en Buenos Aires y Córdoba.
La fuerte y repentina devaluación del peso, que trajo aparejada una elevada inflación terminó por descalzar a la mayoría de las empresas locales y eso se refleja en sus números. El quid de la cuestión para que La Anónima pierda en tres meses prácticamente lo mismo que en un año fue la diferencia en el tipo de cambio que representó un negativo de $576,8 millones, mientras que un año antes alcanzaba los $39 millones.
Mientras tanto sus ingresos por ventas se comportaron dentro de los parámetros normales pero no alcanzaron a paliar el impacto inflacionario porque en el comparativo interanual pasaron de $8.200 millones en septiembre de 2017 a los $11.100 millones de septiembre de este año.
Según el diario ‘Ambito Financiero’, que hizo un repaso por la competencia, esta situación no es exclusiva de la firma comandada por la familia Braun:
Carrefour es otro caso emblemático, este año inició un fuerte proceso de reestructuración en la Argentina con cierre de sucursales y la reconversión de tiendas tradicionales en mayoristas. Lo cierto es que la cadena francesa está llevando adelante un fuerte plan de reestructuración a nivel global en el que apunta a fortalecer el comercio electrónico pero en Argentina la inflación le está jugando una muy mala pasada.
Según los resultados de su tercer trimestre económico, el grupo francés obtuvo ventas por un total de 21.097 millones de euros, cifra que es un 2,8% inferior a la de hace un año debido a la depreciación de las divisas de Argentina y Brasil frente al euro. En concreto, mientras que a tipos de cambio constan tes las ventas en Brasil aumentaron un 8,1% y las de Argentina un 26,8%, la caída de valor de sus divisas con respecto al euro debido a la inflación causó que, a tipos de cambio corrientes, la facturación de las ventas cayera un 12,5% y un 29,7%, respectivamente.
Muy similar es la situación de la cadena de española Dia, que en la Argentina se caracteriza por sus precios bajos y productos con marca propia, aquí -más allá de una crisis global que atraviesa por diversos factores- la inflación local también le está jugando una muy mala pasada. En su último balance cerrado en septiembre y por el período de nueve meses aplicó por primera vez para sus números argentinos la norma contable IAS 29 para «economías hiperinflacionarias» y con esta ajuste por tipo de cambio el rojo local ascendió a 27 millones de euros.
Esta situación trajo aparejada que la compañía aplique una nueva «política de reducción de inversione s en Argentina» tal como detallan los directivos de la firma desde su último balance.
A la par el CEO de la compañía, Antonio Coto, va más allá y aclara: «En Argentina y Brasil nuestra posición es muy sólida y nuestro futuro prometedor, pero a la vista de la incertidumbre macroeconómica actual que afecta a estas dos economías es el momento de mantener una postura más prudente».
WalMart es otra de las firmas internacionales que inició un proceso de reestructuración orientado a la Argentina. No sólo cerró su supermercado ubicado en el shopping DOT sino que también vendió 12 locales chicos que buscaban crecer en el segmento de proximidad. Ahora sus cañones están dirigidos a hacer crecer su cadena Changomas que son supermercados mayoristas que ofrecen mejores precios en tiempos de crisis y ajuste.
Finalmente el grupo chileno Cencosud, que en la Argentina opera con los superme rcados Jumbo además de las casas de artículos para el hogar y refracciones Easy y Blaisten, mostró que a junio de este año, localmente, los ingresos aumentaron 26% en moneda local, mientras que en pesos chilenos disminuyeron 20,1%, «producto de la devaluación del ARS respecto al CLP (-36,6%)».
Según informa el matutino porteño, el jueves de la semana próxima la empresa chilena presentará los resultados de su tercer trimestre y ahí se conocerá a ciencia cierta el impacto de la devaluación local en sus números globales.