La aplicación de tributos que nada tienen que ver con la actividad y tasas aeroportuarias más costosas que en la región llevan a casi el doble el precio de un pasaje al exterior; quejas en el sector.
Alguien que compra un pasaje aéreo para viajar desde Buenos Aires a Miami paga en promedio 3350 dólares, mientras que quien adquiere un ticket con el mismo destino desde Santiago de Chile debe desembolsar 1250 dólares; es decir que para recorrer una distancia similar, se abona mucho menos fuera de las fronteras de la Argentina, según publica La Nación.
Gran parte de la explicación en esta diferencia, que no solo surge de la comparación con Chile, sino también con otros países, se explica porque las tasas aeroportuarias locales son más altas que las del resto de la región y porque los impuestos en ciertos casos llegan a casi duplicar el valor de la tarifa base.
En efecto, según datos comparativos elaborados por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, según sus siglas en inglés), mientras que la tasa de embarque en la Argentina es de US$57, en Chile es de US$25; en Perú, de US$29,74; en Colombia, de US$40, y en Brasil, de US$24,40.
Desde la propia IATA alzaron la voz para que esa tasa no fuera aumentada, cuando en enero pasó de US$51 a su valor actual. En aquel momento, manifestó mediante una carta lo siguiente: “Considerar un aumento en la TUA del 11,8%, representada en 6 dólares por pasajero implicaría un incremento artificial de los precios que a su vez conllevaría a una contracción mayor en la demanda, que actualmente ya se encuentra contraída, profundizando la crisis en el sector y evitando la recuperación del mercado aéreo internacional argentino”.
Eso no es todo. En la misma carta, IATA expresó lo que también comentan desde algunas aerolíneas que operan en el país: “Cabe mencionar que operar en la Argentina es más costoso que operar en la mayoría de los aeropuertos de Latinoamérica; en varios casos es más de 100% más caro”.
Esto puede llegar a impactar a fines de este año o principios de 2022 cuando, una vez que la mayoría de los países tengan a su población vacunada contra el Covid-19 y se empiece a recuperar en parte el tránsito aerocomercial, la Argentina aparezca menos competitiva que sus vecinos a la hora de pujar por un mayor movimiento turístico.
Desde Aeropuertos Argentina 2000 comentaron que el promedio en América Latina es de U$S56 y que en la Argentina la tasa general es de US$21, pero siempre que se haga un promedio entre cabotaje (que es muy barato) e internacional. “Por lo oneroso de la conectividad de ciudades en el interior con poco mercado comercial para la actividad, pero enormes necesidades de vinculación, el Estado Nacional entendió necesario subsidiar las tasas de cabotaje (a los niveles más bajos del mundo) con las tasas internacionales”, explicaron.
Según fuentes del sector aerocomercial local, el sistema de concesión aeroportuaria adoptado por Argentina desde 1997, donde el mismo operador tiene a su cargo aeropuertos como Viedma o Santa Rosa y Ezeiza o Aeroparque, implica que pocos aeropuertos grandes subsidian al resto del sistema, ya que el costo del concesionario incluye ambos. “Esto genera asimetrías que llevan a que el ticket a Caracas o Miami permita una baja tasa para vuelos de cabotaje a Bariloche o Formosa, por ejemplo”, comentaron.
Además de la tasa aeroportuaria, se pagan otras tasas relacionadas con el viaje en sí: la tasa de migraciones, que es de 1,3% de la tarifa base; la tasa ANAC, que es de 1%, y la menos relacionada con el viaje en sí, pero que igual encarece, la tasa del Ministerio de Turismo, de 7%. Es decir que, si se suma la tasa aeroportuaria, se está pagando por estos conceptos un total de 15% del valor del ticket.
Pero, como se dijo, el ítem “tasa aeroportuaria” y “otras” no es el único que encarece los tickets aéreos en la Argentina, respecto de países de la región, puesto que otros grandes responsables de que eso ocurra son los impuestos, que son aquí mucho más altos que en otras partes.
Diego Fargosi, abogado especializado en derecho aeronáutico y socio del estudio Fargosi y Asociados, señala que el costo de un pasaje para un vuelo internacional está encarecido por las tasas, pero además por los impuestos. “En el precio de un vuelo a Madrid, que cuesta US$800 dólares. Están incluidos dos ítems que nada tienen que ver con el aeropuerto o el viaje, si no que están más relacionados con la voracidad estatal para que no se escapen dólares y argentinos con dólares del país”, afirma.
Esos dos cargos extras son el impuesto PAIS y la Resolución 4815 (mediante la cual la AFIP estableció un régimen de percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para las operaciones de compra de moneda extranjera). En el ejemplo del vuelo de US$800 a Madrid, estos ítems representan US$240 y US$280, respectivamente. “Suman US$520 en ese pasaje, es decir, un 65%”, indica el especialista.
Para Fargosi, lo que busca el Gobierno es dirigir la demanda hacia destinos nacionales encareciendo el acceso a pasajes al exterior. “A algunos les podría parecer una medida acertada, y podría serlo si es coyuntural, pero ya hemos visto en nuestra historia que no es sano mantener en el tiempo un direccionamiento artificial de la demanda vía el cobro de impuestos o tasas específicas”, opinó.
Asimismo, fuentes del sector explicaron que la menor oferta de vuelos pospandemia seguramente va a generar tarifas más caras.