El INDEC informó que la producción de bienes y servicios creció 2,5% respecto de mayo, para interrumpir una serie de cuatro meses en baja por las restricciones contra el COVID-19.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mejoró un 10,8% interanual en junio, tras registrar un retroceso del 11,6% en el mismo periodo un año previo, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En el primer semestre, la actividad económica acumuló un crecimiento del 9,7% en comparación al mismo período del año pasado.
El ente estadístico detalló que frente a igual mes de 2020, 13 de los sectores que conforman el EMAE registraron subas. Destacaron Pesca (+108,7% interanual), Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (+79,4%), y Construcción (32,3.
Por su parte, Industria manufacturera (+16,8% interanual), Comercio mayorista, minorista y reparaciones (+13,2%), y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+12,3%) aportaron el mayor incremento relativo: entre los tres sectores, explicaron más de la mitad de la suba interanual del EMAE.
Los sectores que en junio mostraron caída en la comparación interanual fueron Intermediación financiera (-0,9% interanual) y Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-4,5%).
Desde el Ministerio de Hacienda enfatizaron que “el Estimador Mensual de Actividad Económica de junio creció 2,5% mensual sin estacionalidad, luego de cuatro bajas consecutivas en parte debido a las restricciones a la circulación con motivo de la segunda ola de contagios, y se ubica sólo -2,2% por debajo del nivel pre-COVID en febrero 2020”.
Los niveles de junio se asemejan a los alcanzados en tiempos previos a la pandemia de COVID-19, mientras que para lo que resta del 2021 prevén que alcancen mejores registros. “De mantenerse en el segundo semestre el nivel de actividad de junio la economía crecerá este año 6,9%”, estimó Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
“Desde febrero de este año se puso de manifiesto un cambio de tendencia en la recuperación de la actividad económica que se había registrado después de la aguda contracción que tuvo lugar en abril del año pasado. Medido en forma desestacionalizada el nivel de actividad se redujo 2,7% entre enero y mayo de 2021″, puntualizó CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina) en un informe.
“Entre las causas del límite que encontró la recuperación económica se encuentran, por un lado, los efectos de la segunda ola del COVID-19 que especialmente afectaron la actividad fundamentalmente en el mes de mayo -prueba de ello es que en junio la industria y la construcción experimentaron una importante recuperación-, y, por el otro, las dificultades que exhibe la economía para recomponer los salarios reales y el empleo”, consideró CIFRA.
UNA DIFÍCIL SALIDA DE LA CRISIS
Ecolatina señaló que “en la última década, las variables más relevantes de la economía se deterioraron en nuestro país: actividad, inflación, resultado fiscal y situación del mercado cambiario, entre otros, están hoy más complicados que hace diez años. Además, como consecuencia de esta caída, los indicadores sociales -pobreza e indigencia, principalmente- también empeoraron. La situación es difícil, pero los resultados no están puestos: nunca es tarde para volver a crecer y empezar a parecerse más a la norma global que ser la excepción. El futuro nunca está determinado ni condenado”.
“La economía argentina está pasando uno de los peores momentos de su historia. La crisis es profunda, la mala praxis es cada vez mayor. Lo básico es que no tenemos un programa económico. No estamos preparados para una tercera ola del coronavirus, con la variante Delta. Cualquier programa que se quiera implementar, si no hay un gran apoyo político, una gran coalición de cosas fundamentales que firmen todos los partidos políticos, el fracaso está a la vuelta de la esquina”, evaluó el analista financiero Luis Palma Cané.