Kulfas y Lanziani no reciben a Pymes afectadas y hay 3.500 empleos a punto de destruirse

Las Pymes que abastecen al corte obligatorio trabajan con precios de diciembre de 2019. Al no tener rentabilidad, están todas frenadas. La industria del biodiesel Pyme está atravesando una de las mayores crisis de su…

martes 04/08/2020 - 17:11
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Las Pymes que abastecen al corte obligatorio trabajan con precios de diciembre de 2019. Al no tener rentabilidad, están todas frenadas.

La industria del biodiesel Pyme está atravesando una de las mayores crisis de su historia, indica un informe de iProfesional.

Son cerca de 30 plantas ubicadas en diferentes puntos del país y que se dedican exclusivamente a proveer a petroleras con este combustible renovable y amigable con el medioambiente, derivado del aceite de soja, para que éstas a su vez realicen el corte con gasoil.

El problema es que el precio que reciben está regulado y el mismo no se actualiza desde diciembre de 2019, período en el que se produjo un importante avance del tipo de cambio y de la inflación, que disparó los costos.

El mayor riesgo, admiten los empresarios, es el sostenimiento de los puestos de trabajo. Es que toda esta red de empresas genera unos 3.500 empleos, los cuales están en completo riesgo y están a punto de perderse dado que desde julio las plantas comenzaron a sacar el pie del acelerador y dejaron de producir, ya que cada litro de «bio» que generaban era a pérdida. Y esto, porque el Gobierno nunca les actualizó el valor que reciben, que se debe fijar por una fórmula fijada por normativa.

Es decir, el precio no puede negociarse libremente y las Pymes quedaron rehenes de valores completamente desactualizados.

«Estamos en una situación desesperante», plantea uno de los industriales Pyme, bajo estricto off the record.

«Las empresas venían aguantando, pero se llegó hasta donde se pudo», agrega el empresario, quien debió apagar las máquinas argumentando que el precio que recibe desde hace tiempo ni siquiera cubre los costos.

Empleo a punto de perderse

Fuentes confirman que varias de las casi 30 Pymes comenzaron con los procesos de suspensión y que ya se están registrando los primeros despidos.

En el sector hay mucha preocupación, porque con un presente completamente adverso y sin perspectivas de que esto cambie, la variable de ajuste terminará siendo el cierre definitivo de las Pymes de biodiesel y la pérdida de 3.500 puestos de trabajo en diferentes provincias del país.

Las plantas están ubicadas en diferentes provincias, como Santiago del Estero, Entre Ríos, San Luis, Neuquén, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

Y los empleos que están por perderse son de los más variados: operarios, técnicos, ingenieros y químicos, entre otros.

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