Junto con la secretaria de Comercio Interior, convocaron a supermercadistas y fabricantes de alimentos. Buscan que absorban parte del incremento impositivo para evitar el impacto en las góndolas. El aumento promedio sería del 7%.
Desde las 9 de la mañana y hasta las 15 de este martes 31 de diciembre, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, mantuvieron una larga reunión con empresarios de supermercados y proveedores de alimentos para evitar todo el traslado a precios del fin de la exención de IVA a alimentos de la canasta básica.
El pedido del Gobierno es que las empresas absorban buena parte del mayor costo para evitar el traslador de la suba impositiva a las góndoas. «El pedido es aumentar poco y absorber el IVA», indicó una fuente del sector.
El 16 de agosto, luego de las PASO, el expresidente Mauricio Macri eximió de IVA a trece alimentos de la canasta básica hasta fin de año. El «IVA 0%» finaliza este martes.
En la reunión, el Ejecutivo buscó negociar con los empresarios cuánto aumentará cada uno de los 13 ítems incluidos en la exención de IVA y de qué manera se repartirán los esfuerzos: busca que fabricantes y supermercados compartan costos. En las primeras reuniones que Kulfas y Español mantuvieron con supermercadistas, estos habían dicho que solo trasladaban a góndolas las remarcaciones que provenían de los fabricantes.
Según una fuente del sector privado, los aumentos de productos de consumo masivo serán más bajos a los que corresponderían de aplicarse el traslado íntegro del IVA a las góndolas. «La suba promedio a partir del jueves va a ser del 7%. En algunos productos que no son básicos, la suba será del 21%», indicó. Ahora, proveedores y supermercadistas continuarán con mesas de diálogo para repartir costos.
El Gobierno busca migrar hacia una devolución de impuesto a través de la tarjeta de débito a jubilados con haberes mínimos y titulares de la AUH. Estos sectores -unas cinco millones de personas-, cuando se reglamente el proceso, recibirán un reintegro del 15% por cada compra de alimentos y bebidas, con tope de 700 pesos por mes. El 15% surge de promediar los consumos: algunos tributan 10,5% de IVA (pan fresco y leche entera, por ejemplo) y otros, la gran mayoría, el 21%. También habría «IVA 0%» a través de la tarjeta alimentaria, pero a partir de febrero.
Además, el Ejecutivo busca que Precios Cuidados se renueve con la participación de primeras marcas y aumentos módicos.
El Gobierno sostiene que las empresas hicieron «colchón de precios» durante octubre y noviembre. Por eso, reclama que los hombres de negocios no trasladen a los consumidores la mayor carga impositiva que resulta del fin de la exención de IVA.
En declaraciones radiales, el presidente Alberto Fernández presionó a empresarios para que absorban los costos.
«Sería bueno que asuman responsabilidades sociales frente a las ganancias desmedidas, porque lo contrario es que el Estado intervenga», dijo el Presidente a radio Continental. «Las cadenas tienen que revisar su conducta», agregó. Y advirtió que buscará aplicar «cuanto antes» la resistida ley de góndolas. «No esa posible que a los empresarios haya que llevarlos a los latigazos», sostuvo.