El viceministro de Economía de la Nación evaluará los planes de inversión de las privadas, dadas las perspectivas y las dudas del sector sobre el futuro del negocio petrolero en la Argentina.
Las privadas aún procesan los cambios de reglas en un mercado donde el petróleo y el gas pasaron a ser de interés público, pero asimilaron más rápido los cambios en YPF. Apuestan a su actual conducción y a asociarse en sus resultados.
Los cambios en el sector petrolero durante este año todavía están siendo procesados por el sector privado. Las empresas que trabajan en exploración y explotación (upstream) presentaron sus planes de inversión y proyección de metas de producción para el año próximo ante las autoridades, y ahora esperan una devolución (aprobación o cuestionamiento) de parte de Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica que encabeza Axel Kicillof. También están a la expectativa de las nuevas reglas o “criterios” que fije dicha comisión respecto de políticas de precios y criterios de comercialización, ya que los hidrocarburos dejaron de ser un commodity de libre disponibilidad. En este punto hay muchos interrogantes. Sobre lo que hay menos dudas es respecto de la nueva conducción de YPF y la forma en que se ha movido en estos primeros meses, con sus planes y políticas de financiamiento. En ese plano, Miguel Galuccio está capitalizando el conocimiento que hay de su persona en el sector, y del equipo que convocó para acompañarlo.
La Comisión de Planificación tiene 60 días para expedirse, pero en el sector petrolero se espera que antes de fin de mes se los convoque para recibir una primera evaluación. “Los planes de inversiones que se presentaron fueron, en general, muy cautos, porque nadie sabe con qué precios vamos a trabajar el año que viene”, comentó a Página/12 un alto directivo de una petrolera extranjera. La cautela y moderación tienen que ver con las restricciones a la libre disponibilidad del recurso, pero también con la intención declarada por el Gobierno de mantener “bajo control” el precio de los combustibles para el mercado interno. En cambio, la decisión de expropiación de las acciones de YPF a Repsol no parece haber tenido un eco desfavorable, que se empeñaron en señalar algunos comentarios intencionados desde que se adoptó esa decisión.
“Hubiéramos preferido una salida acordada, pero la realidad es que las relaciones con el management de Repsol nunca fueron de las mejores”, confió el directivo de otra petrolera. “Cuando sacaron a Repsol no se fue nadie detrás de los españoles, Al contrario, llegan nuevos actores al mercado”, subrayó. En cambio, destacó que “a Galuccio y a todo su equipo los conocemos de hace tiempo, es un management muy profesional y con el que ya hemos tenido varios contactos desde que llegaron”, agrega.
En materia de exploración, los empresarios privados admiten que en petróleo convencional tienen muy pocos planes con perspectivas atractivas en carpeta. El mayor interés está en el no convencional, pero que irá de la mano de lo que haga YPF. “Galu-ccio está trabajando seriamente. Encaró una estrategia de buscar financiación interna en esta etapa y cuando siente esa base, buscará recursos externos. Las conversaciones con empresas del exterior por ahora no pasan de cartas de intención, pero es un primer paso. Sobre todo con firmas estadounidenses, que tienen experiencia”, señalan. “De todos modos –agregó la misma fuente–, Galuccio tiene plan B: si no consigue inversiones o créditos externos, maneja una caja propia de 1500 millones de dólares de excedentes anuales. Con eso le alcanza para ampliar la explotación en crudo convencional y mostrar resultados en el corto plazo, dejando para una segunda etapa el no convencional. Cuando YPF avance, nos arrastrará a todos en el mismo tren”, completó.
Por Raúl Dellatorre para Página/12