Un ex preso político aportó hoy más detalles sobre las torturas y asesinatos de sus compañeros simulando fugas, al declarar como testigo en una nueva audiencia del juicio que se desarrolla en la ciudad de Córdoba por delitos de lesa humanidad, que tiene como principales imputados a Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez.
Enrique Asbert, actual legislador provincial del bloque de la Concertación Plural, detalló sus padecimientos en los distintos centros de detención desde el momento en que fue secuestrado en agosto de 1975 y hasta su liberación en setiembre 1982.
«El objetivo era claro para con nosotros, el exterminio”, manifestó ante el tribunal de enjuiciamiento Asbert, y en ese sentido ejemplificó que «con la Ley de Fugas asesinaron a algunos de nosotros, como también sabíamos que con esa política de aniquilamiento se justificaban las palizas que nos daban”.
Recordó cuando en la mañana fría del 5 de julio de 1976 sacan a todos los presos al patio de la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1) y los ponen desnudos contra la pared, luego escucha golpes, diálogos y finalmente un disparo. Después toma conocimiento que habían matado a Raúl «Paco» Bauducco.
Asbert, antes de ser detenido, se desempeñaba junto al abogado Hugo Vaca Narvaja como defensor de presos políticos y esa actividad fue por la que fue detenido con su colega. Vaca Narvaja luego fue asesinado en los simulacros de fugas.
«Vaca Narvaja sabía que lo iban a matar. Tenían especial saña con él porque era un defensor de los Derechos Humanos. En una oportunidad se lo llevaron y lo trajeron de vuelta porque el cupo de muertes estaba completo”, relató el legislador y añadió que le prometieron que el Ejército igual lo iba a matar.
Pasado el mediodía Asbert continuaba con su testimonio, en tanto la jornada de hoy estuvo entre el público el juez español, Baltazar Garzón; el secretario de Derechos Humanos de la Nación; Luis Eduardo Duhalde; el titular nacional del Archivo de la Memoria, Ramón Torres Molina y el ex fiscal de Bahía Blanca, Hugo Cañón.
Fuente: Telám