Jugó con Maradona y dejó el fútbol para ayudar los más necesitados: “Sé lo que es pasar hambre”

Omar “Pelusa” González fue jugador en la década del ‘80, mantuvo amistad con Diego y más tarde fundó All Boys Solidario, desde donde impulsa diferentes iniciativas para ayudar a niños del país

domingo 16/04/2023 - 12:50
Compartí esta noticia

Dice, sin titubeos, que es “un soldado de Jesús”. Así se siente Omar “Pelusa” González desde aquella tarde en la que en la Catedral de Mercedes se paró frente a la cruz con una pregunta en la mente, pero al acercarse a la imagen crucificada sólo pidió: “Quiero ser tu mejor soldado”.

Era 1983, los vestigios de la dolorosa Guerra de Malvinas estaban latentes en él, que no fue a combatir, pero fue reincorporado. No le salió otra palabra para definirse como tampoco la pregunta que quería hacerle a Cristo desde que era un niño: “¿Por qué los Reyes Magos nunca vinieron a mi casa?”.

Lo recuerda emocionado cuando habla con Infobae y cuenta cómo inició la vida que dedica a ayudar a las demás personas: “Fui un niño que conoció el hambre, el dolor de acostarse sin comer, de despertar y no comer; conozco ese dolor en la panza y los ruidos que hace de tan vacía”, resume su infancia.

Desde hace 30 años, encabeza All Boys Solidario que vela por niñas y niños de todo el país, y sus familias, a través de distintas iniciativas solidarias.

Pelusa recorre el país llevando donaciones para niñas y niños de distintas localidades vulnerablesPelusa recorre el país llevando donaciones para niñas y niños de distintas localidades vulnerables

Las campañas

“All Boys Solidario es el departamento más sensible que tiene el club, funciona en la ciudad de Mercedes, de donde soy. Tenemos 34 escuelas de fronteras apadrinadas y trabajamos en todas las provincias con el apoyo de Gendarmería y tenemos distintas campañas que llevamos adelante todos los años, todo el año”, cuenta Pelusa.

Esas campañas son: “Que tus zapatillas sigan caminando”, en la que juntan zapatillas durante todo abril y las envían a Chaco, Salta, Misiones y desde este año, Entre Ríos; “Un abrigo para el alma”, en la que juntan ropa de abrigo para niñas y niños que no conocemos, pero existen, y se las enviamos a las escuelas de la zona de alta montaña en Tierra del Fuego y Bariloche; “Hoy te convertiste en superhéroe”, que la hacen con estudiantes de las escuelas secundarias de Mercedes para el Día del Niño y los chicos se disfrazan de un superhéroe para visitar distintos hospitales de niños y reparten juguetes.

Otras son: “Por la paz soy capaz”, una jornada que realizan durante todo septiembre y asisten a las mujeres privadas de la libertad, a quienes llevan insumos de higiene femenina; en noviembre comienzan a trabajar con alumnos del último año del secundario en “la Navidad de los pobres”, que pide sumar un producto navideño, el mismo que ellos tendrán en su mesa en Nochebuena y arman cajas navideñas que envían a las escuelas de Misiones.

“A grandes rasgos, esas son las campañas, eso es lo que hago desde hace 30 años. Creo que, humildemente, tengo un conocimiento muy amplio de lo que es el hambre en el país, de los daños que le ocasiona a los niños que no reciben una buena alimentación desde que nacen hasta los 3 años, que es el período en que realmente necesitan tener una buena alimentación para tener un buen desarrollo cerebral para luego comenzar con el desarrollo que le brinda la escuela”, asegura.

Ahora, está juntando zapatillas para llevar al Norte del paísAhora, está juntando zapatillas para llevar al Norte del país

Angustiado, agrega: “Hoy tenemos un alto porcentaje de chicos que entre el año y los 14 no reciben las cuatro comidas que les corresponde y eso va a significar porque van a crecer sin tener la posibilidad de tener el desarrollo para la lectoescritura. Vamos a tener una camada de chicos que no van a comprender lo que leen”.

Además, de la campaña para colectar zapatillas, ahora está organizando “1000 km por la paz y la solidaridad”, en la que cuatro atletas, dos de ellos ciegos, saldrán desde Posadas, Misiones, correrán hasta Buenos Aires. “En cada lugar que paremos haremos una movida solidaria en las escuelas de la zona. Esto lo haremos con el apoyo de Gendarmería. Además, Malena Delgiudice, presidenta de All Boys Solidario, se prepara para escalar el Aconcagua, esta misión la haremos con el apoyo de Gendarmería, el Ejercito y la Escuela de Montaña de Bariloche y Mendoza”, detalla sobre la misión de Malena para concientizar sobre la Distrofia muscular de Duchenne, una grave enfermedad “que mata a los niños y que hoy no se está investigando mientras los niños siguen muriendo por ella”.

En carne propia

“Yo fui un niño que a sus 3 años los padre se separaron. Conocí el hambre, conocí la soledad, conoció el frío y a los 13 años le prometí a mi madre que iba a triunfar para ayudarla. No sé si triunfé, pero lo que sí sé es que hoy mi madre, que está en el cielo, me ayudó a que ayude a todos aquellos que menos tienen. Yo no tengo dinero, sólo tengo una gran fuerza de voluntad y Dios me ha cruzado en el camino a personas maravillosas para armar este equipo, gente que se hace carne propia el dolor ajeno. Me moviliza saber lo que es el hambre en un niño, el irse a dormir sin comer, el saber lo que es que la panza te haga ruido de hambre y despertarte al otro día y tener un poco más de hambre que ayer. Eso te hace valorar un pedazo de pan, una taza de mate cocido caliente. Hoy, que me puedo dar todas las duchas que quiera con agua caliente y sabiendo lo que es no tener nada, hace que todo lo valore y no quiera que ningún chico más lo tenga que pasar”.

Pelusa no recibe dinero de nadie. Los pasajes para llegar a distintos puntos del país los costea él y su equipo hace lo propio. La entidad que fundó no maneja dinero. “Todo se hace vía donaciones. Si alguien necesita un medicamento vamos a una farmacia, publicamos el valor, juntamos, cubrimos el gasto y lo retiramos. Nunca pasa por nuestras el dinero. Nosotros retiramos el el medicamento”, explica.

Saber lo que es el hambre, hizo que Pelusa hiciera de su vida un motor solidarioSaber lo que es el hambre, hizo que Pelusa hiciera de su vida un motor solidario

Compartí esta noticia