La policía sorprendió días atrás a 11 jugadores que no pudieron aguantarse a la cuarentena y disputaron un “partidito” en una cancha del barrio Moure. La mayoría eran menores de edad y un mayor oficiaba de árbitro. La curiosidad fue que hubo un montón de personas que siguieron el juego desde sus autos.
Eran las 17:50 horas del viernes cuando el personal de la Seccional Sexta realizaba un control en el marco de la aplicación de la cuarentena por el coronovirus.
En esas circunstancias detectó a un grupo de once jóvenes que jugaban un partido de futbol en una cancha de tierra en las calles Lucumberry y Monseñor Angelelli, en las denominadas 50 Viviendas. Hasta árbitro tenían los jugadores.
Los uniformados descendieron para identificar a todos los presentes y cumplir con las actuaciones de rigor por el incumplimiento del aislamiento social. Dos de los once masculinos se retiraron y los restantes quedaron dentro de la cancha.
Ocho de los futbolistas eran menores y dos hombres mayores, uno con capacidades diferentes, detallaron las fuentes oficiales a Con Sello Patagónico. Ante la situación los efectivos establecieron comunicación telefónica con el fiscal federal de turno, Norberto Bellver, quien dispuso que sean citados las personas responsables de los menores por ser inimputables.
Por lo tanto, los adolescentes fueron respectivamente entregados a sus padres en la misma cancha. Mientras que los mayores fueron trasladados hasta sus domicilios a fines de garantizar el efectivo cumplimiento de la cuarentena.
Fuente: Con Sello Patagónico