12 jugadores del equipo que participa de la máxima categoría de fútbol del país escandinavo, habrían realizado una fiesta que incluyó sexo en el estadio. Distintos medios noruegos reportaron que varios integrantes del plantel habían salido a cenar el lunes pasado luego de ganar un amistoso contra un conjunto de la tercera categoría y la fiesta continuó en el estadio bebiendo e invitando a siete mujeres que no eran parte del equipo.
Al trascender los hechos, algunos jugadores recibieron amenazas y el arquero Mikkel Adersen, tomó la decisión de abandonar el equipo y regresar a Dinamarca, su país de origen. En ese momento, desde la Comisión Directiva repudiaron lo ocurrido ya que infringía las normas ante el Covid 19 y expresaron: «Violaron las reglas internas, han pedido disculpas y comprendido la gravedad de lo ocurrido, pero tenemos que seguir adelante. Ninguno será apartado. Ha sido un castigo suficiente lo que han pasado los últimos días».
Aun así, luego de una revisión, la investigación realizada concluyó que hubo un «incumplimiento respecto de las líneas de trabajo, de las normas generales, de las restricciones en torno al coronavirus y también en cuanto a la conducta esperada de parte de los empleados”.
Incluso, según informaron autoridades policiales, la causa se habría vuelto aún más compleja ya que se indaga sobre la posibilidad de un ataque sexual en el estadio del conjunto noruego y aún no trascendió la identidad del sospechoso. Finalmente, ante los hechos, el club definió “despedir a uno de nuestros jugadores y darles severas advertencias por escrito a otros diez”.
