Aseguran que un gesto político del principal candidato de la oposición y favorito para ganar las elecciones -Alberto Fernández- es una condición necesaria para romper el círculo vicioso imperante que afectó las reservas.
Pese a que los anuncios realizados ayer por el Ministerio de Hacienda respecto de la deuda buscan despejar el horizonte financiero de corto plazo para «disponer de reservas suficientes que garanticen la estabilidad cambiaria e inflacionaria» durante el período preelectoral, como señaló el ministro Hernán Lacunza, algunos bancos de inversión ya están advirtiendo sobre los posibles riesgos de la estrategia oficial.
Es el caso del JP Morgan, que en su informe diario enviado a sus clientes ayer luego de las medidas planteó que «la estrategia del Gobierno no es ajena a una miríada de riesgos», ya que «la presión en las reservas internacionales puede persistir», así como también «mientras que las necesidades financieras del Tesoro se relajan después de la no voluntaria
extensión de vencimiento a corto plazo, las presiones pueden persistir en los retiros de depósitos de divisas y la dolarización de los depósitos en pesos».
Según datos del Banco Central actualizados al 23 de agosto, los depósitos a plazo fijo tradicionales (la mayor cantidad) ascendían a 1.247.000 millones, lo que al tipo de cambio actual mayorista equivalen a unos USD 22.000 millones.
En su informe, el banco consideró que «un gesto político del principal candidato de la oposición y favorito para ganar las elecciones (Alberto Fernández) es una condición necesaria para romper el círculo vicioso imperante que ha afectado las reservas».