Nacido en Alemania, el destino quiso que sea una de las personas más influyentes en la historia de Comodoro Rivadavia y la Patagonia. Hoy lleva su nombre un importante barrio de la ciudad, un colegio y fue homenajeado en otros puntos del país.
Quizás con el paso del tiempo y la escasa información en las escuelas sobre los fundadores y personajes influyentes en la historia de Comodoro, muchos no sepan realmente que José Fuchs es mucho más que un barrio de la zona sur.
Quien le dio nombre también al colegio N°745 fue una de las personas que más aportó en la historia de la ciudad.
Nació un 13 de junio de 1880 en Alsacia, Alemania, pero su destino estaría bien lejos de su hogar de nacimiento, con un idioma, cultura y paisaje totalmente diferentes al imaginado.
A sus 26 años firmó el contrato que lo designaba como jefe de equipo de perforación de minas en Argentina, y consumaba el primer paso para quedar en la historia de una ciudad asolada y sin agua.
La historia marca que se casó con Ana Cristina Soltner y partió a la Argentina para asumir el puesto firmado. Tardaron 37 días en llegar porque, claro, había que cruzar el inmenso mar en barco.
Llegado a Comodoro con previa escala en el puerto de Buenos Aires, ya tenía en sus manos la responsabilidad de fijar la ubicación e iniciar con la excavación del pozo número 2 de la ciudad, puesto que el primero había sido perforado con anterioridad y había llegado a los 180 metros.
Se dice popularmente que el objetivo era hallar agua dulce para abastecer a la ciudad, aunque la versión de que efectivamente se buscaba petróleo por estudios anteriores que marcaban la posibilidad de su existencia en Comodoro Rivadavia, es la más aceptada por los historiadores locales.
Fuchs tenía a su disposición una máquina Fauck-Schenk a percusión totalmente nueva, con inyección para 500 metros de profundidad.
LA PERSEVERANCIA CAMBIÓ LA HISTORIA
La tarea inició en marzo del 1907 y duró meses. Todo estaba a cargo del ingeniero Julio Krause, al que se le agotaba el optimismo al no encontrar nada en 481 metros de suelo penetrados.
Superado el máximo establecido para la misión, señaló con sumo énfasis que se acababa la operación: “¡No se perfora más!”, exclamó, sin saber que estaba a muy poca distancia de un descubrimiento histórico.
Según reza un escrito del historiador Daniel Barneda, el que sí tuvo ese presentimiento fue el ingeniero Fuchs, quien oyó la orden pero hizo caso omiso. Decidió junto a Humberto Beghin seguir con los trabajos un tiempo más y todo daría sus frutos cuando la perforadora llegara a los 540 metros.
Ese 13 de diciembre, fecha que también le da nombre a otro barrio, brotaba del suelo comodorense el ‘Oro Negro’ por primera vez en la historia, cambiando así el rumbo del entonces pueblo y el país entero.
El campamento con cinco carpas se llenó de regocijo. La esposa de Fuchs y su hijo nacido dos meses atrás estaban a unos metros de la torre que se tiñó de negro por efecto del petróleo.
Krause informó a las autoridades nacionales sobre el descubrimiento y el resto ya es historia. Comodoro tenía los días contados como el pueblo desolado que era en ese entonces y pasaría a ser en los años posteriores la ciudad más pujante del país gracias a la extracción de hidrocarburos.
Por su parte, don José Fuchs sería trabajador del nuevo Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), empresa estatal creada para la extracción y administración del recurso.
JUBILACIÓN Y DESCANSO
Tras 29 años trabajando en la industria y con el hito de ser considerado el primer trabajador petrolero en la historia de Comodoro, José Fuchs se jubila.
Sus días siguieron en la localidad de Godoy Cruz, en Mendoza, rodeado de familiares y afectos.
Un 26 de marzo del 1967 llegaba a su fin la vida del padre del petróleo argentino. Sus restos fueron inhumados en el cementerio del Gran Departamento de Mendoza.
En la que él adoptó como su ciudad, se le rindió homenaje poniéndole su nombre a uno de los barrios más grandes del ejido urbano, además del colegio N°745.
Existe otro barrio con su nombre, ubicado en la localidad de Godoy Cruz, donde falleció. Una biblioteca en La Plata también fue nombrada en su honor.
Gran parte por él hoy se conmemora el Día Nacional del Petróleo, recordando siempre lo que la ciudad le ha aportado al país en materia energética y económica.
Gracias a su perseverancia, conocimientos, habilidad y hasta quizás su intuición, Comodoro es históricamente una de las ciudades más pujantes, dejando como legado los valores que no se deben perder en la sociedad para hacer cada día a la Capital del Petróleo un lugar mejor.