Javier Milei comenzó recordando cómo su movimiento fue subestimado por sus adversarios durante los inicios de La Libertad Avanza. “Decían que no pasábamos las PASO, que los liberales éramos simpáticos, pero que no teníamos votos”, relató, refiriéndose a las críticas que recibía el partido. Sin embargo, Milei destacó cómo su primer acto en el Parque Lezama desbordó de gente y marcó un punto de inflexión. “Les tapamos bien la cara y la boca con un montón de gente”, afirmó, subrayando el crecimiento que estaba experimentando su espacio político.
El líder liberal también recordó los desafíos que enfrentó en las elecciones, especialmente las operaciones mediáticas y las encuestas manipuladas que intentaban desacreditarlos. A pesar de los pronósticos, La Libertad Avanza obtuvo un 17% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires, superando las expectativas y consolidándose como una “verdadera promesa para los argentinos”. Milei explicó que fue esta perseverancia la que los llevó a ganar dos bancas en el Congreso Nacional y cinco en la legislatura de la Ciudad.
Milei también compartió un momento clave cuando, tras su asunción, fue subestimado por un periodista que le dijo que no lograría nada con solo dos diputados. En respuesta, Milei citó el libro de los Macabeos: “La victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados, depende de las fuerzas que vienen del cielo”, demostrando su confianza en el futuro de su movimiento a pesar de estar en minoría.
En cuanto a su promesa de donar su dieta, Milei explicó cómo fue acusado de querer manipular los datos de los ciudadanos mediante el sorteo que organizó. A pesar de esas críticas, defendió la integridad del proceso y destacó la transparencia de la base de datos, la cual fue encriptada y nunca pudo ser recuperada. Con dureza, arremetió contra sus críticos: “A los cucas nunca les importó la verdad, siempre les importó el relato”, concluyendo con una crítica feroz hacia quienes manipulan la pobreza para fines políticos.
Javier Milei recordó con entusiasmo el momento en que comenzó a percibir que su movimiento tenía el potencial de alcanzar la presidencia. “Frente a la escalinata de un hotel, con 10.000 libertarios congregados en Mar del Plata, nos miramos con el jefe y Santiago Caputo y dijimos, aquí sí hay un proyecto para ser presidente, ¡y vamos por ese proyecto!”, relató, marcando ese momento como un punto de inflexión en su camino político. La movilización masiva en Mar del Plata confirmó la fuerza del movimiento libertario y su capacidad de crecer en todo el país.
El éxito en Mar del Plata fue solo el inicio. Milei continuó recordando cómo el “tour de la libertad” llegó a Rosario, donde nuevamente desbordaron el Parque España y transformaron el evento en otra “fiesta libertaria”. Después, llevaron la “marcha del león” a Córdoba, donde la respuesta del público fue igualmente abrumadora, reafirmando la fuerza de su campaña. Finalmente, en Mendoza, con el apoyo del Partido Demócrata, Milei lanzó oficialmente su candidatura presidencial, consolidando así el movimiento que aspiraba a transformar la política argentina.
Uno de los momentos más memorables para Milei fue en Mendoza, donde habló ante 20.000 personas sobre temas económicos profundos como la dolarización y el “problema del ancla nominal”. “No podía creer que estaba hablando con 20.000 personas sobre un tema tan técnico”, comentó Milei, contrastando el conocimiento y el compromiso de sus seguidores con lo que describió como la apatía y falta de sustancia en los espacios políticos tradicionales.
Sin embargo, Milei también recordó que el camino no ha sido sencillo. “Todo no iba a ser un camino de rosas. Uno no va a disfrutar una victoria si antes no conoce lo que es el sabor de una derrota”, afirmó, reconociendo que el éxito de su movimiento ha venido acompañado de grandes desafíos y aprendizajes a lo largo del tiempo.