En 2018, el asalariado argentino tuvo una pérdida de 12% de poder adquisitivo porque los aumentos no llegaron a cubrir la inflación acumulada en el año. Ceden terreno ante la comparación del nivel de sueldos cuando se los compara con los ejecutivos de la región.
Los sueldos ejecutivos de los argentinos siguen sufriendo los golpes de la economía. Por ello ceden terreno ante la comparación del nivel de sueldos cuando se los compara con los ejecutivos de la región. En estos casos, tanto Chile como Uruguay, Perú o Colombia superan el valor de los sueldos ejecutivos cuando se los mide en dólares, aunque es necesario entender cuál es el contexto de cada país, su inflación anual y su costo de vida, por ejemplo.
En 2018, el asalariado argentino tuvo una pérdida de 12% de poder adquisitivo porque los aumentos no llegaron a cubrir la inflación acumulada en el año y este año que termina el escenario ha empeorado y las perspectivas no son mejores; los salarios podrían perder nuevamente más de 10% frente a la inflación y todavía no se pueden estimar los incrementos del año próximo. Este 2019 las empresas presupuestaron ajustes por 40% y por la devaluación que sufrió el peso después de las PASO, se estima que la inflación rondaría el 55% anual.
La incertidumbre transforma el tablero en una partida difícil de jugar y la planificación es cada vez más compleja y exige mayor flexibilidad, pero se pueden empezar a ver algunos movimientos por parte de las empresas locales y multinacionales, veamos:
Aquellos que ya habían fijado sus ajustes anuales, comenzaron a pedir las aprobaciones a casa matriz, para tratar de retener a sus empleados y elevar el piso del aumento.
Aquellos que habían planificado 2 instancias de aumentos, realizarán al 3 o 4 incrementos salariales en el año, volviendo a viejas prácticas que creían abandonadas.
Muchas empresas ajustan su tamaño pero no se van. Pese al escenario que atraviesan muchas empresas, son pocas las que deciden retirarse de Argentina. La lección aprendida es que el costo de volver a instalarse es mayor al de abandonar las operaciones locales y volver cuando pase la tormenta.
Si pierden valor los salarios, entonces las empresas consultan para contratar profesionales con roles regionales o globales, aprovechando la mano de obra calificada que hay en el país.
En cuanto a los ejecutivos locales, vuelve a presentarse una tendencia que ya se vivió antes, como en 2001 o en 2010, cuando un porcentaje relevante de los profesionales partió a buscar trabajo en los países de Latinoamérica. Muchos de ellos ya volvieron y otros estaban analizando retornar al país, pero la incertidumbre sigue siendo la norma y entonces frenan los regresos y aquellos que vieron que su sueldo en dólares perdió competitividad regional, empieza a consultar acerca de las condiciones de las plazas vecinas. No es de extrañar entonces, que el ejecutivo argentino encuentre posiciones directivas en el extranjero, y esto se debe a su alto nivel de formación académica y a su capacidad para trabajar regionalmente y en escenarios cambiantes.
Si enfocamos el análisis en el mercado salarial local, la amplitud de rangos de sueldos y la disparidad es relevante. Los salarios argentinos, además de ser los más baratos de la región en dólares, muestran diferencias según la industria y sector, la madurez y la etapa de ciclo de vida que atraviesa la empresa y como el país incentiva o desincentiva el sector con las políticas fiscales. Empresas del sector del software y la exportación de servicios gozan de las mejores condiciones mientras que las tradicionales de consumo masivo, afectadas por la baja del consumo, tienen que complementar sus beneficios con un portafolio de condiciones como flexibilidad y home office, que finalmente empieza a penetrar en las empresas más tradicionales.
Mientras tanto, desde los headquartes regionales o globales, advierten que contratar ejecutivos con responsabilidades regionales o globales en Argentina porque su costo es menor y siempre que puedan absorberlo desde el exterior, cuentan con la confianza que el desempeño estará a la altura de las expectativas. Es decir que algunas empresas empezaron a consultarnos por condiciones de contratación locales mientras muchos candidatos nos consultan por la posibilidad de expatriarse en la región.
Fuente: Ámbito.com