Un hombre puso todo su ingenio para “mejorar” un carrito y transformarlo en una parrilla, donde ahora cocina asado tras asado.
Para el asado no hay límites, sino pregúntenle a un argentino. Las parrillas hechas con ladrillos o incluso los chulengos se vuelven inaccesibles por su elevado precio para algunas personas.
Para no quedarse sin el asado, muchos solo utilizan la parrilla ubicándola en el suelo, aunque tantos otros se las ingenian para armar un lugar donde poder cocinar la carne, tal como hicieron unos jóvenes con un banquito de colegio.
En esta ocasión, un riojano transformó un changuito de supermercado en una parrilla móvil al sacarle uno de sus lados y usarlo para apoyar la carne. Mientras, a un lado colocó un espacio donde pudiera hacer las brasas antes de colocarlas para comenzar a cocinar.
El invento fue compartido en un grupo de fans del asado en Facebook, donde miles de argentinos y personas de otros países comparten sus mejores fotografías y experiencias en torno al ritual que reúne a familias, amigos y desconocidos como lo es el asado.
