En Italia, un hombre fue denunciado por engañar a una enfermera con un brazo de silicona para poder conseguir el pase sanitario obligatorio y acceder a diversos lugares.
La asistenta de salud que iba a inocularlo contra el coronavirus se percató de que el brazo era casi igual a la piel que va desde el hombro hasta el lugar donde se inserta la vacuna.
«Primero, la enfermera pensó que al hombre le habían amputado el brazo y que se había confundido. Entonces, le solicitó que coloque en posición el otro para poder inyectarle la vacuna», según le explicó la trabajadora de la salud al diario Corriere della Sera.
Al notar que se trataba de una parte de silicona idéntica a la otra, ella se dio cuenta que se trataba de una estafa para la colocación de los anticuerpos en un brazo falso.
«Me di cuenta, en un instante, de que el hombre que tenía delante estaba tratando de eludir la vacunación mediante una prótesis de silicona en la que esperaba que yo, sin saberlo, le inyectara el medicamento», explicó Filippa Bau al medio italiano.
Una vez que notó el engaño del hombre, éste quiso convencerla de que no le dé aviso a las autoridades y le solicitó que continúe con la aplicación de la inyección. Ella no obedeció al pedido y le comunicó la situación a sus jefes.
Minutos más tarde, el estafador reconoció su intento de engaño y se excusó diciendo que necesitaba el pase sanitario para poder ingresar a lugares públicos y eventos pasivos.
Los trabajadores sanitarios de la localidad formalizaron una denuncia a los efectivos de seguridad, para que estos le notifiquen la estafa a la Fiscalía.