Un hombre de 47 años padeció una dolorosa y grave infección en la sangre en el año 2010 y le terminó afectando a su miembro masculino. Para solucionar el problema, le debieron amputar su «amigo» y años más tarde le hicieron la reconstrucción de uno.
Según publicó el diario The Sun un médico especialista en testículos le construyó a Malcom MacDonald un nuevo miembro masculino de 15 centímetros de largo que iba a ser colocado en 2015, pero por falta de oxígeno en la sangre, se lo injertaron «temporalmente» en el brazo.
Este «temporalmente» entre comillas demoró más de lo que se esperaba por los mismos problemas en la sangre y también por la pandemia del coronavirus. Según información del Servicio de Seguridad Nacional Británico, el costo fue de 50 mil libras.
Algo insólito le ocurrió mientras estaba en un supermercado: una señora le solicitó que le alcance un producto en la zona alta de las góndolas y, cuando el hombre levantó el brazo para ayudarla, el pene se le soltó por la manga y le quedó colgando a centímetros de la cabeza de la mujer.
Su nuevo miembro fue «construido» gracias al profesor David Ralph de la University College Hospital, ubicado en Londres. Este implante fue hecho con carne del brazo de MacDonald con las terminales nerviosas necesarias para poder sentir en esa área.
Y actualmente, los médicos se lo pudieron injertar en el mismo lugar donde está ubicado el miembro masculino con una cirugía que duró poco más de nueve horas. Al mismo tiempo, los doctores le comentaron que recibirá una «bomba en el escroto» como implante para poder colocarle solución salina por dentro, algo fundamental para que pueda tener erecciones en los actos sexuales.
«Esto podría ser un punto de inflexión en mi vida», afirmó MacDonald y añadió también que su suerte «en la vida no ha sido demasiado buena hasta ahora, pero sólo puede ir mal durante un tiempo, ¿no?».
«¿Te imaginas seis años de tu vida con un pene colgando del brazo? Fue una pesadilla, pero ya se ha ido, el muy cabrón», finalizó.