El hombre dejó la llave en Conserjería para que le limpiaran la habitación, y el personal del establecimiento se llevó un gran susto.
Las empleadas de un hotel en Villa Merlo, San Luis, se encontraron con una desagradable sorpresa este viernes: un huésped había dejado su pitón de 5 metros encerrada en el baño de su habitación, según consignó Minuto Uno.
«Este pasajero dejó la llave en Conserjería para que la gente le haga la limpieza de la habitación. Las señoritas entran a hacer la limpieza de la habitación y cuando van a ingresar al sector del baño se encuentran con que la puerta estaba muy pesada para abrir. Haciendo un poquito de fuerza abren la puerta y se encuentran con esta pitón de 5 metros y más de 40 kilos», relató Leonardo Orgoroso, jefe de Defensa Civil que intervino en el operativo para remover la serpiente.
El dueño del hotel, llamado Pablo, contactó a Defensa Civil. «Nosotros pensamos que era una víbora normal, habitual de las que encontramos en el lugar, cuando vemos la imagen de semejante animal llamamos a personal de Bomberos, Zoonosis del Municipio, a la Policía local y a un Guardafauna de la zona», contó Orgoroso.
La pitón no es una especie autóctona de la Argentina, así que los investigadores policiales creen que se puede tratar de un caso de tráfico de animales.
«El dueño nos dijo que era una mascota de él, que la había recibido el día anterior aproximadamente a las 16, y ahí nomás el personal policial de la provincia le dio intervención al personal policial de Medioambiente, porque es un animal que no es de nuestro país», agregó.
La serpiente había entrado en un bolso al hotel, y luego de que la descubrieran su propietario le aseguró al dueño del establecimiento que «si vos venías con olor a animal te podía llegar a atacar», según relató el periodista.
Naturalmente el episodio «llamó la atención a toda la localidad, ya que (había) una pitón de casi 5 metros dentro de un bolso», convino el periodista, y Orgoroso agregó un dato no menor: en 2019 el mismo hombre había llevado a San Luis una pitón albina, que también había sido su mascota, lo que podría alimentar la teoría de un caso de tráfico de animales tanto como la versión de que se trate de un fanático de los bífidos.
En esa oportunidad el animal fue transferido a un parque zoológico de Tigre, en la provincia de Buenos Aires.