Se debe tratar lo antes posible para que no afecte al riñón y provoque complicaciones más serias.
Las infecciones urinarias están entrelas complicaciones de salud más frecuentes. Pese a que son comunes, no es tan habitual reconocer sus primeros síntomas, pero es importante detectarlos a tiempo, para que luego no generen problemas severos para la salud.
La cistitis, como se denomina a la inflamación de la vejiga, o la infección bacteriana requieren una medicación específica, por lo que al mínimo indicio se debe acudir siempre al especialista, que podrá recetar el tratamiento adecuado.
“Es fundamental consultar al médico y evitar por todos los medios la automedicación. Puede ser que el propio organismo limite la multiplicación de agentes patógenos con sus propios mecanismos de defensa, pero, en la mayoría de los casos, la bacteria puede llevar a una infección urinaria alta, denominada pielonefritis, que se produce a nivel renal y es mucho más complicada”, advierte el urólogo Daniel Varcasia (M.N. 66.692).
Por lo general, los primeros síntomas que se presentan en las infecciones urinarias son tres:
- Necesidad frecuente de orinar.
- Quemazón en la uretra al ir al baño.
- Enrojecimiento de la vulva y picor vaginal.
Cuando la infección ya avanzó un poco, suele aparecer dolor al orinar y en las relaciones sexuales y un color turbio de la orina. Si los síntomas se agravan, se les pueden sumar fiebre, escalofríos y vómitos.
Esta patología se presenta con más frecuencia en las mujeres. En promedio, un 70 % de ellas va a sufrir al menos un episodio a lo largo de su vida y un 25 % repite el episodio dentro de los seis meses, lo que se conoce como “recurrencia”.
Por qué es más frecuente en mujeres
En la actualidad, un 10 % de la población femenina padece infecciones urinarias, según cálculos de los especialistas. Algunos hábitos que pueden generar este inconveniente son niveles bajos de hidratación, retención de orina al ir al baño, utilización de apósitos para el mal olor y uso de ropa ajustada o de nylon.
En la menopausia, se produce una sequedad en la zona vaginal que puede predisponer más a las infecciones, lo mismo que el residuo postmiccional, cuando la vejiga no termina de vaciarse en forma completa.
Otras afecciones que predisponen a que aparezcan infecciones urinarias son hongos, vulvovaginitis, colon irritable o hemorroides.
“Es más frecuente en las mujeres por la anatomía femenina. Al tener una uretra corta con salida a la zona vulvar, que está cerca del ano, predispone la entrada de gérmenes”, explicó a Con Bienestar el doctor Daniel Ekizian (M.N. 74.735), especialista en Urología del Instituto de Rehabilitación Psicofísica.
“Más del 90 % de las infecciones se producen por gérmenes intestinales. Entonces, esa cercanía favorece y casi que estimula el pasaje de los gérmenes hacia la vejiga”, agregó.
La vagina es una zona más amplia y húmeda, esto permite que las bacterias que van a ser expulsadas con las heces y otros microorganismos accedan y proliferen con mayor facilidad.
En cambio, la típica cistitis inflamatoria puede darse tanto en el hombre como en la mujer, en reacción al estrés, el frío, la ingesta de picantes o fritos, o la presencia de colon irritable.
Fuente: TN