El hecho sucedió el jueves 16 en pleno centro y el lunes 20, en el sistema de Flagrancia provincial les impusieron prisión efectiva. Es el castigo más alto que se aplicó en ese ámbito.
Un caso que en Tribunales podría haber llevado 2 o 3 años para resolverse, ahora se resolvió en 48 horas gracias al sistema de Flagrancia. Cristian Ontiveros y Matías Bigorado asaltaron el jueves 1 de mayo una financiera a mano armada en el microcentro de San Juan y el lunes siguiente fueron condenados a 13 años de prisión a través de este procedimiento especial. Es la pena más alta que se ha impuesto en la provincia desde que se aplica el sistema creado hace un par de años para acelerar los procesos judiciales.
“Flagrancia permite que quienes cometen delitos y son detenidos realizando el delito tengan un juicio casi inmediato y abreviado. Si el juicio es condenatorio va a cumplir la condena, por eso flagrancia aleja el fantasma de la puerta giratoria de años anteriores cuando quien delinquía declaraba y salía porque nunca terminaba el proceso”, expresó el gobernador de San Juan, Sergio Uñac.
El asalto a la financiera fue un caso récord del Poder Judicial sanjuanino. Los delincuentes fueron detenidos cuando escapaban y la prueba era tan contundente que, sin la burocracia de los procedimientos antiguos, terminaron acordando una pena. Todo se hizo en 2 días hábiles y con el castigo más duro en Flagrancia desde su puesto en funcionamiento.
“Flagrancia existía en algunas provincias pero nosotros tuvimos la capacidad de ir corrigiéndonos a nosotros mismos. El sistema lo fuimos madurando entre todos y por eso estamos logrando estos resultados. Esto nos alienta a seguir perfeccionando Flagrancia para que los eslabones de la cadena sean cada vez más fuertes, porque esta es la primera respuesta ante un delito”, dijo el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi.
El fiscal Iván Grassi imputó a Ontiveros y Bigorado los delitos de robo agravado por el uso de arma apta para el disparo, en concurso real con portación de arma de guerra apta para el disparo. Tras una breve audiencia que duró nada más que una hora y media, el juez Carlos Lima les impuso 13 años de encierro efectivo en el Servicio Penitenciario provincial.
El jueves 16, el terror se apoderó de los empleados de la financiera Magui Express, ubicada en el corazón del centro sanjuanino. Tres hombres ingresaron armados, le pegaron al propietario, e intentaron escapar con dinero, pero Ontiveros y Bigorado fueron apresados a los pocos metros, mientras que el tercero logró escapar y hasta ahora es buscado por la policía.
Al ser detenidos infraganti, de inmediato fueron puestos a disposición de Flagrancia. El jueves comenzó a instruirse la causa, se completó el viernes y el lunes en la mañana se realizó el juicio que derivó en la pena de cárcel. Ontiveros es oriundo de Córdoba, tiene 44 años y había salido de prisión en 2016, luego de varios ingresos al penal. Bigorado es sanjuanino, es 2 años más joven, contaba con el beneficio de salidas transitorias y fue el que se llevó la peor parte porque le dieron 9 años más de prisión por una antigua condena sin cumplir, por lo que estará encerrado 22 años.
La rápida actuación abona la teoría previa de que las causas penales donde los delincuentes son sorprendidos con las manos en la masa se podían resolver de manera más ágil y efectiva. Esa fue el espíritu cuando se creó Flagrancia, que nació como una respuesta al hastío social frente a la impotencia del aparato judicial.
Las estadísticas hablan por sí solas y hasta la Asociación de Víctimas del Delito, entidad que no se cansa de criticar las constantes demoras judiciales, ha ponderado los beneficios de Flagrancia. El sistema se puso a rodar en agosto de 2017, después de que la administración de Sergio Uñac levantó el guante del Ministerio Público y tomó la decisión política de avanzar con un remedio contra la inseguridad y la morosidad judicial a la hora de resolver casos donde los criminales son sorprendidos infraganti en robos y hurtos y las pruebas están servidas.
En 435 días hábiles de vigencia de la ley, en Flagrancia se dictaron 1.745 sentencias, de las cuales 437 fueron de cumplimiento efectivo. Además, según las estadísticas de la oficina que ejerce el control del procedimiento, ninguno de los casos fue resuelto fuera de los exiguos plazos que establece la norma.
El titular del Ministerio Público, Eduardo Quattropani, encuentra la explicación en la articulación de los actores que integran Flagrancia: “Se implementa con seriedad, estructura adecuada, capacitación y, en especial, un accionar coordinado de fiscales y la Policía”. El funcionario judicial habló de los números del operativo del jueves. Según dijo, “a los 5 minutos de haber sido detenidos los delincuentes, un fiscal coordinador, un ayudante fiscal y el jefe de Policía dirigían el operativo”. Y agregó que “en menos de una hora el juez de Flagrancia en turno emitía órdenes solicitadas por los fiscales y a las 3 horas del hecho ya se revisaban los registros de las cámaras de seguridad que el Ministerio de Gobierno instaló en la vía pública”.