Ante la eliminación del ministerio de Ciencia y Tecnología, la pendiente aprobación del presupuesto 2024 para la Administración Pública y la representación del DNU 70/2023 y el proyecto de “Ley Ómnibus” son pocas las certezas en en algunos sectores del Estado.
Sobre el tema, Lewis dialogó con Diario Crónica y sostuvo que “el estado de situación es de bastante incertidumbre”, dado que hasta el momento no hay información oficial y concreta por parte del directorio nacional. Además, manifestó que hasta el momento solo se ha mantenido una reunión: “Tuvimos una reunión de tipo informal el 27 de diciembre, con algunos miembros del directorio, donde nos marcaron algunas pautas; pedimos tener una segunda reunión que todavía no se ha concretado”.
Incluso, comentó que hasta el momento no se ha aprobado el presupuesto correspondiente al año en curso, dando a entender que continuará con el presupuesto del año 2023. “La parte más delicada es el tema del funcionamiento, porque más allá de los proyectos o de los compromisos internacionales o nacionales que tengamos, si no tenemos la base para el funcionamiento de estos proyectos, estamos complicados”, indicó.
“Esto implica lo básico como servicios edilicios, internet, luz y agua; con el presupuesto del 2023 llegamos hasta el mes de marzo nada más. Sin eso no lo podemos hacer, entonces no podemos proyectarnos hacia lo que son los compromisos. Creo que una vez que se apruebe el presupuesto del 2024 para todas las reparticiones, a nosotros nos tocará resolver ese problema”, expresó.
Al igual que otros sectores de la Administración Pública, en el Conicet hay incertidumbre respecto a la continuidad de contratados, a eso se suma la asignación de becas y 2024 y la ejecución de promociones. “La afectación del tema presupuestario impacta en diferentes niveles de acuerdo a los estamentos. Lo más crítico es toda la gente que está contratada, pero que aún no ha habido nada efectivo. Son todos rumores de la Administración Pública en general, pero nada específico para Conicet”, indicó.
Por otro lado, sobre quienes concluyeron con sus becas doctorales y postdoctorales, desean continuar su carrera como Investigador Científico, la directora del CENPAT comentó que también es complicado, ya que no se aprobaron las prórrogas de becas correspondientes a las personas que han aprobado el ingreso a la carrera.
“Es un recurso humano formado que ya está en la carrera prácticamente, porque académicamente así lo vieron, sin embargo, a nivel salarial hay que ver de qué manera se puede sostener ese recurso, para que cuando esté el alta pueda estar ingresando al Conicet”, detalló
Otro aspecto, son los investigadores que han obtenido una promoción, ya que hasta al momento no se sabe si se efectivizarán: “En nuestra carrera, dan un montón de ventajas los cambios de categoría. Desde poder tener becarios, poder concursar solos a proyectos, poder aplicar a distintas estructuras de gestión, cuestiones que si no tienen la categoría adecuada no lo pueden hacer”, detalló.
Al ser consultada sobre la posibilidades de que profesionales de investigación decidan mejorar sus condiciones laborales fuera del país, Lewis señaló que es una probabilidad para los que se encuentran en instancia de promoción: “Son gente ya formada, es un recurso humano que pasó por la universidad pública – si es que fue una universidad pública-, se les pagó una beca durante siete años, fueron cinco para el doctorado y dos más para el postdoc. Y cuando llega el momento de realmente usufructuar esa capacidad formada, no la podemos consolidar”.
“Con esos antecedentes, es más que factible que puedan ubicarse y ser productivos en otro lugar que no sea CONICET. Por eso creo que hay que acompañar a quienes ya saben que el 31 de marzo las becas se terminan y que no van a tener seguro el resto del año. Estamos preocupados, ya que podrían prácticamente estar buscando trabajo en el exterior o en otros estamentos de la administración pública que no sean Conicet”, finalizó.